Guatemala, 25 de febrero. El presidente de Guatemala, Álvaro Colom, pidió perdón hoy a las víctimas de la guerra civil que desangró al país entre 1960 y 1996, al conmemorarse el décimo aniversario de la entrega del informe que recoge las atrocidades del conflicto.

Como presidente, jefe del Estado y comandante en jefe del ejército les pido perdón, porque fue el sistema. Cómo llegó tan lejos, no sé, cómo llegamos tan lejos como sociedad, no lo sé, pero llegamos lejísimos, sentenció el mandatario en la conmemoración.

Si genocidio es la intención de destruir total o parcialmente un grupo nacional, étnico, racial, religioso o político, en Guatemala hubo genocidio, etnocidio y también la destrucción sistemática de líderes religiosos, políticos, sociales, universitarios, indígenas, dijo.

Ojalá hoy, en este día de conmemoración de las víctimas, iniciemos un esfuerzo de organización del país, para la unidad de Guatemala, para que el perdón sea producto de un verdadero amor y no solamente de un compromiso, subrayó Colom.

Según el mandatario guatemalteco, esto permitiría a todos los líderes del país entender que los liderazgos son pasajeros, pero la nación es de toda la vida.

El presidente pidió perdón en la conmemoración del Día Nacional de Dignificación de las Víctimas de la guerra civil, fecha en la que también se celebró el décimo aniversario de la entrega del informe de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico, que recoge las atrocidades del conflicto.

El informe, auspiciado por Naciones Unidas, atribuye 93 por ciento de las matanzas cometidas en la guerra civil al ejército de Guatemala, 3 por ciento a la ex guerrilla y 4 por ciento a actores que no pudieron ser identificados.

Ese informe obliga al resarcimiento, que es el inicio para encontrar la verdad y la justicia, subrayó el gobernante.

Hoy, el ejército entregó a la justicia sus archivos sobre planes contrainsurgentes entre 1978 y 1983, como lo demandaban entidades de derechos humanos, en tanto que miles de personas marcharon pidiendo justicia.

Los documentos fueron entregados por el ministro de la Defensa, general Abraham Valenzuela, al juzgado que lleva un proceso contra un grupo de militares acusados de genocidio y torturas.