Con un discurso universal que traspasa las fronteras de la homosexualidad y bajo dos directrices –la lucha contra el sida y la inclusión por primera vez de una mujer, Lourdes Velázquez, y un transgénero, Diadne Valenciaga–, la compañía La Cebra Danza Gay celebra su decimotercer aniversario en el Teatro de la Danza del Centro Cultural del Bosque, con el programa XIII veces +, que integra una selección de su repertorio.

La propuesta de José Rivera Moya, director de la agrupación, abre nuevas fronteras para su lenguaje y temáticas que buscan la integración. El mensaje que queremos dar en esta ocasión es que todos cabemos en una sociedad y cabemos bien, no importa si somos emos, homosexuales, bisexuales, darketos, lesbianas. No importa lo que somos, y quiero olvidarme de los guetos.

El director y coreógrafo de La Cebra aclaró que la comunidad gay no puede quedarse encerrada. Tenemos que integrarnos a la sociedad y ampliar nuestros horizontes; esto ayudará a que México crezca y evolucione en muchos sentidos; ése es el mensaje que queremos transmitir a nuestro público.

Asimismo explicó que al incluir al nombre de la compañía el calificativo de Danza Gay fue un gancho para sacar a la comunidad homosexual de su aislamiento y que asistiera a teatros y no a bares para ver un espectáculo dancístico.

Primera mujer en la agrupación

Respecto del cambio de la compañía a lo largo de estos 13 años, Rivera señaló que así como el mundo cambia, la danza no puede quedarse atrás en el discurso y debe evolucionar. La Cebra tiene que ir a la par del mundo y esto se refleja con la inclusión de Lourdes Velázquez, primera mujer que bailará en el grupo.

José Rivera reconoció que durante varios años la compañía estuvo integrada exclusivamente por bailarines varones, porque era muy radical en sus ideas y un poco misógino.

Aseguró que en esta nueva etapa los bailarines mostrarán que tienen experiencia escénica y madurez. “Es satisfactorio ver el trabajo que realizan los chicos que se incorporaron. La danza te da otra perspectiva de la vida y esto se refleja también en el escenario.

“Trabajar con una mujer –comentó el coreógrafo– ha sido un reto porque estoy muy acostumbrado al cuerpo masculino y quería verla moverse como hombre, con mayor energía, pero debo cambiar mi mentalidad porque ella es diferente.”

La Cebra ofrece cuatro funciones en el Teatro de la Danza (Reforma y Campo Marte). Ayer se efectuó la primera y concluirá el sábado 28, cuando se develará una placa conmemorativa por las 50 representaciones de la coreografía El tiempo lo arrasa todo: queda la muerte, obra finalista del Premio INBA-UAM 2004 y postulada en 2006 a las Lunas del Auditorio.

El programa XIII veces + reúne tres obras de Rivera: Bailemos a Mozart por los ángeles que se han ido, Yo no soy Pancho Villa ni me gusta el futbol y El tiempo lo arrasa todo: queda la muerte, así como obras de Raúl Flores Canelo: La familia, fragmentos de Terpsícore en México y Tragedia en Polanco.

La Cebra también se presentará con una obra sobre los travestis en la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Xochimilco (el viernes 27), en el teatro Benito Juárez (del 5 al 8 de marzo) y a finales de mayo en la sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario.