La decisión para crear 68 mil empleos en torno a las zonas arqueológicas fue intempestiva, sin planeación, explicaron investigadores y docentes del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), tras el anuncio realizado por el organismo y el presidente Felipe Calderón el martes en Tula, Hidalgo.

Del Programa Temporal de Empleos del Gobierno Federal, explicaron, lo que no dice es que se trata de contrataciones por cinco meses y medio con remuneración de un salario mínimo, el cual no corresponde a los salarios tabulares vigentes en el INAH.

Por tal razón, el anuncio de Felipe Calderón en Tula, en plena crisis económica, nos sorprende y al mismo tiempo nos congratula. Sólo esperamos que este anuncio no sea solamente un discurso clientelar en vísperas de elecciones y que la contratación no sea temporal sino permanente, ya que un empleo por cinco meses no resuelve la falta de personal en la institución; no sirve para atender las tareas sustantivas ni mucho menos las necesidades económicas y de supervivencia de la población más desprotegida.

Alertaron sobre la premura de esa iniciativa ante la incapacidad de los directivos del INAH para resolver el caso de Teotihuacán, porque no se conocen en la actualidad proyectos capaces de contener organizadamente una fuerza de trabajo de esa magnitud.

Además, los trabajadores del instituto enfatizan que los proyectos de conservación, protección e investigación de los monumentos arqueológicos e históricos deben ser planeados, discutidos y consensados en cuerpos técnicos y académicos calificados.

El caso Teotihuacán muestra que se actuó sin prevenir los daños y consecuencias de la obra, que hubo fallas enormes del Consejo de Arqueología, mismas que después tuvieron que reconocer y rectificar, y que hubo gran descuido en la instalación física sobre los monumentos.

Tampoco, prosiguieron, se respetaron las normas y procedimientos legales, y su violación no fue impedimento para apurar la perforación de las pirámides, la colocación de taquetes expansivos y canaletas, el tendido de cables y la instalación de luminarias.

¿Qué sucederá con las zonas arqueológicas, con la contratación de 68 mil personas, sin proyecto ni planeación y sin personal calificado suficiente para dirigirlas o vigilarlas? Es preocupante la destrucción o alteración que pueda ocurrir del patrimonio monumental.

Esta semana nacional de información, que concluirá el próximo sábado, dará paso a la marcha del 3 marzo que se dirigirá a la residencia oficial de Los Pinos y un plan de acción más agresivo para contener los daños en Teotihuacán.

Hoy marcharán del Zócalo a la Secretaría de Educación Pública, a partir de las 17 horas.