El jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard Casaubon, alojó en el salón de Cabildos del Antiguo Palacio del Ayuntamiento la presentación formal de la Fundación de la Familia de Don Benito Juárez, luego de que sin más explicación que, por cuestiones de logística, la Secretaría de Hacienda canceló de última hora el acto que tendría lugar en el Patio Mariano del Palacio Nacional.

Arturo Carrazco Bretón, director del Centro Juárez e integrante del consejo directivo de la fundación, dijo en entrevista que al mediodía de este miércoles recibieron la información de que se cancelaba la sede por cuestiones de logística, pero que nos autorizaban que se hiciera el acto en el recinto de homenaje a Benito Juárez, que se halla en Palacio Nacional, y obviamente se tenían invitadas mil personas y era imposible que se quedaran en el recinto, por lo que en cuanto se nos dio este aviso nos pusimos a buscar una sede alterna.

Al presidir por la noche en la salón de Cabildos la presentación, Ebrard Casaubon expresó: me da mucho gusto recibirlos en ésta, que es su casa. Es el recinto del Ayuntamiento de la ciudad de México, que en buena medida sintetiza nuestra historia y la lucha por la independencia de nuestro país.

El mandatario se congratuló de la iniciativa, así como de recibir a siete generaciones de la familia del Benemérito de las Américas, tras destacar los propósitos que dan origen a la fundación, entre los que destaca llevar al mayor número de indígenas posible cultura, educación y capacitación. Manifestó: hemos oído muchas veces que muchos políticos y políticas mexicanos se declaran juaristas; nosotros sí somos juaristas, casi no lo decimos, procuramos hacerlo.

Añadió que la vida y obra de Juárez, además de la grandeza histórica que significa, debiera provocar el mayor respaldo de todos los servidores públicos del país con lo que legó el presidente Juárez.

Al abrir la ceremonia de presentación, Andrés Sánchez Juárez Cárdenas, presidente del consejo directivo de la fundación, señaló que la fundación tendrá entre sus objetivos; honrar, defender y rescatar la memoria del ilustre guelataense, particularmente en estos tiempos aciagos y tan difíciles por los cuales atraviesa el país, que tampoco está ajeno a lo que sucede en el resto del mundo, y cuando existen todavía algunas tendencias que intentan hacer retroceder la historia pretendiendo borrar la imagen del padre del estado moderno mexicano.