Si se castiga el consumo de la mariguana como delito grave, no habría cabida en las cárceles de México para encerrar a los consumidores, afirmó el coordinador de los diputados federales del PRD, Javier González Garza, luego de aclarar que las drogas están en todas las áreas de la vida nacional, incluyendo los ámbitos políticos, los ámbitos del poder. Si no reconocemos eso, vamos a seguir pensando que es un problema sólo de policías y traficantes.

Durante la presentación en San Lázaro del Cannabis Report, elaborado por la Beckley Foundation, Jeremy Sare, integrante de la organización, mencionó que son 160 millones los consumidores de mariguana, cantidad que representa 80 por ciento de quienes usan alguna droga ilegal en el mundo, por lo que es un buen inicio abrir el debate sobre este tema, sin reducirlo exclusivamente a la prohibición o legalización de la yerba.

“En conclusión –dijo Sare–, este reporte se puede sintetizar en que lo que está prohibido no puede regularse. Y que la prohibición por sí sola no te puede dar el control”. A pesar de ello, el representante de la Beckley Foundation estimó que esto es un primer paso para revisar la regulación de los usos industriales, terapéuticos y recreativos de la cannabis, aunque el proceso evolutivo del tema seguramente será lento, consideró.

Insistió en que los políticos simplifican la discusión entre prohibir o legalizar esta droga, lo que sólo contribuye a polarizar el tema bajo un falso debate. Por ello el documento propone que las sanciones para jóvenes que consumen cannabis sean más justas, eliminando las penas privativas de la libertad por posesión, entre otras.

Durante la presentación del informe, Marina Arvizu, coordinadora de la bancada del Partido Socialdemócrata, destacó que en el caso de México las alternativas para atender este problema de salud pública por parte del Estado son mínimas, y eso ha hecho que la mayor parte de los consumidores tenga que atenderse en clínicas privadas. Elsa Conde, del mismo partido, indicó que ésta es una de las razones por las cuales el debate que debe abrirse sobre la mariguana tiene que ser serio y responsable.

En su exposición, Sare detalló que la Organización de Naciones Unidas han enfocado su visión de las drogas básicamente en la cocaína y las metanfetaminas, por ser las sustancias principales en causar mayor impacto a los consumidores, pero es fundamental avanzar en el entendimiento del problema para tomar decisiones con respecto a ese 80 por ciento que representan quienes optan por la mariguana, tanto en su registro como en la atención y prevención.

Comentó también que el reporte sobre este producto propone un marco flexible que permita a los países adoptar políticas que correspondan con sus necesidades y con una mayor libertad.

Sare destacó que la política ha cambiado y la ciencia ha avanzado en trechos largos en materia de la regulación de la mariguana. No es un proceso sencillo, pero buscamos que haya un acuerdo y conciencia mundial en este tema, concluyó.