La escritora presentó su libro La polca de los osos, en la UNAM
Martes 24 de febrero de 2009, p. 5
La escritora Margo Glantz afirmó que el tema del cuerpo, sobre todo el femenino, se mantiene vigente y es una de las preocupaciones fundamentales en la historia de la pintura y la literatura.
Existe una nueva forma de mirar e indagar el cuerpo. El cuerpo nunca acaba de ser mirado por los renacentistas, en el barroco, en la Edad Media, en los siglos XVIII, XIX, XX y XXI.
El cuerpo y el erotismo son temas centrales del nuevo libro de Glantz, La polca de los osos, que ayer fue presentado en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Publicado por Almadía, el volumen reúne artículos y ensayos que la autora ha publicado en diversos medios, a partir de los años 70, como en el suplemento cultural del periódico unomásuno, que dirigió Fernando Benítez, así como una conferencia sobre Georges Bataille que leyó de manera clandestina en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, y artículos eróticos publicados en la colección La sonrisa vertical, de Tusquets de España, después del franquismo.
La colaboradora de La Jornada explicó que su mayor preocupación es “analizar el problema del cuerpo desnudo, fragmentariamente desnudo, como decía Roland Barthes: ‘lo que hace de un cuerpo algo erótico no es la desnudez total, sino el intersticio’”.
Señaló que el erotismo, el cuerpo, los campos de concentración y las religiones antiguas son temas que sigue abordando en sus textos, y de esta manera va creando un libro perpetuo.
Glantz deploró que en los años recientes el tema de erotismo ya no interese a las personas, porque se volvió tan evidente y cotidiano, lo vemos en las películas, en los periódicos y en los anuncios de la ciudad, que ha dejado de pertenecer al reino de lo prohibido
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Memoria y cuerpo
Margo Glantz, autora de Saña, recordó que en los años 50 en Francia se plantearon discusiones respecto de la escritura de libros eróticos, inclusive varias autoras publicaron sus obras con seudónimos masculinos o muy particulares, como fue el caso de Dominique Aury, pareja de Jean Paulhan, quien escribió Historia de O, con el seudónimo de Pauline Réage.
Explicó que la mujer siempre ha participado en el erotismo y ha tenido menos preponderancia y menos autoridad, porque se ha visto al cuerpo femenino como objeto manipulado y torturado, y no como un cuerpo-sujeto. La mujer descubre de manera diversa su propio cuerpo a como lo descubre el hombre
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El libro ofrece un panorama de la sensualidad y el placer, la memoria y el cuerpo, el dolor y la vida, como los presenta Glantz.