La ex subsecretaria Purificación Carpinteyro comparó al secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez Kuenzler, con el góber precioso, Mario Marín, al tratar de usar el poder político para influir en un caso judicial y utilizar el nombre del presidente Felipe Calderón, en contra de la actuación de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel).

En una entrevista nocturna difundida en el canal CNN en Español, la ex subsecretaria señaló que uno de los grandes conflictos en los que está inmersa la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) es el cambio de título de concesión de Teléfonos de México (Telmex) para que pueda entrar al mercado de televisión restringida y la oposición de Televisa para que se le otorgue.

En cada capítulo que transcurre del conflicto entre la ex funcionaria y el secretario aparecen nuevos elementos, nombres de personas, empresas y temas que no apuntan a un pronto fin de este escándalo que desde los primeros días llegó a instancias judiciales.

El tono de las acusaciones y declaraciones va en aumento, inclusive Carpinteyro dijo que Téllez actuó como el gobernador de Puebla, Mario Marín, en cuyo caso la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) analizó si había utilizado el poder político para influenciar al Poder Judicial, mientras que en el caso de Téllez estamos hablando de la influencia que puede tener un secretario sobre un órgano autónomo.

Consideró que en las grabaciones de las llamadas de Luis Téllez que fueron difundidas lo que estamos oyendo es la posición de un secretario de Estado tratando de influenciar, utilizando su poder político para detener la actuación de una agencia autónoma, como es el caso de la Cofetel, tratando de utilizar o que se use el nombre del Presidente. Es un caso serio, muy grave que un secretario trata de eliminar esa autonomía.

En ocasiones expresándose como si continuara siendo funcionaria, Carpinteyro dijo a CNN en Español que en el sector de las telecomunicaciones cualquier decisión que tome la Cofetel se va a los tribunales aunque antes intervenga la SCT, de cualquier forma llega a tribunales, por lo que cada caso puede llevarse cinco o seis años, y cada año de retraso en el sector equivale a un siglo, por lo rápido que evoluciona.

A pregunta expresa de si parte del conflicto con su jefe había sido que ella estaba de acuerdo con el cambio de título de concesión para Telmex, la ex funcionaria evadió una respuesta directa, pero explicó que esos conflictos legales, la falta de reglas claras, los intereses económicos y la incertidumbre que priva en el sector, influyen en la toma de decisiones.

En ese sentido, mencionó el caso del empresario Carlos Slim, quien en un discurso en la Cámara de Diputados anunció que disminuirá sus inversiones en México, y después anunció que Telmex Internacional invertirá mil 400 millones de dólares en Latinoamérica para el desarrollo de infraestructura. Lo que dejó de invertir en México se lo llevó a América Latina, porque al final de cuentas es una decisión de negocios.

Carpinteyro señaló que en el caso del cambio de título de concesión de Telmex, “es precisamente la forma que tiene el Estado mexicano para sentarse a negociar con la telefónica cuáles son las reglas del juego que deben prevalecer para que exista verdadera competencia en el sector, aprovechando la convergencia tecnológica de los mercados en los que se unen los mercados de televisión por cable y la telefonía.

Sin embargo, la ex funcionaria admitió que Televisa, con todo su poder, no está dispuesta a que Telmex entre al mercado de la televisión restringida. “Ni Telmex está dispuesto a que los otros compitan en el mercado. Allí entra la función del Estado mexicano: ver cuál es el objetivo que como país queremos alcanzar, hacer un diagnóstico que nos permita decir ‘ésta es la situación en la que nos encontramos, éste es el objetivo que perseguimos’ y hacer un mapa estratégico de cómo llegar a ese objetivo”.