Estados
Ver día anteriorLunes 23 de febrero de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Sin validez, los estudios cursados en una escuela de San Cristóbal

Musulmanes chiapanecos acusan a españoles de maltrato y explotación
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 23 de febrero de 2009, p. 30

San Cristóbal de las Casas, Chis., 22 de febrero. Familias de San Juan Chamula seguidoras del Islam acusaron de maltrato y explotación laboral a un grupo de españoles que en 1994 trajo ese credo a San Cristóbal de las Casas.

En conferencia de prensa, Carlos Arturo Gómez Gómez (Mustafá es su nombre musulmán) dijo que 13 familias chamulas que fueron expulsadas del grupo no abandonarán el Islam, porque éste es la guía correcta para el ser humano.

Añadió que se separaron del grupo de Aureliano Pérez Iruela (también identificado como Emir Nafia), quien encabeza a los españoles y es cuñado de la ex ministra de cultura de España Carmen Calvo (2004-2007), para que no siga lucrando con la imagen de los musulmanes chamulas.

Precisó que 13 familias fueron expulsadas en septiembre de 2007, porque mi hermano Ibrahim iba a viajar a España, pero Aureliano empezó a poner trabas porque no quería que se descubrieran las arbitrariedades que cometía en San Cristóbal.

Afirmó que su hermano –quien contrajo matrimonio con Yana, hija de Esteban López Moreno, miembro del grupo de Pérez Iruela– viajó a España y sigue ahí.

Aseguró que las familias expulsadas de la comunidad religiosa encabezada por Aureliano formaron un grupo independiente que tiene su mezquita en la colonia Nueva Esperanza, cerca de la comunidad musulmana española, que hace unos años solicitó a las autoridades mexicanas permiso para constituirse en asociación religiosa, pero no lo consiguió.

Mustafá explicó que Pérez Iruela ya no vive en San Cristóbal, sino en la capital del país.

Gómez Gómez afirmó que él y otros chamulas convertidos al islamismo trabajaron durante años en una carpintería fundada por Aureliano, pero éste no les pagaba lo ofrecido. La gente (32 empleados) estaba esclavizada, trabajando de las siete de la mañana a las 12 de la noche. Nos daban migajas: yo ganaba 600 pesos a la semana al principio, y después la cantidad bajó, dijo.

Acotó que los españoles fundaron una escuela, pero como no tenía permisos oficiales los alumnos no pudieron validar sus estudios. Mi hijo Abucasi estuvo seis años, y ahora no me lo reciben en ninguna primaria, porque tiene 12 años, se quejó.