Los Ángeles, 22 de febrero. Quisiera ser millonario, filme británico sobre un joven de los barrios bajos de Bombay, India, que busca salir de su miseria ganando un concurso en un programa de televisión, se erigió como la triunfadora en la 81 entrega de los premios Óscar, al obtener ocho estatuillas (incluida la categoría de mejor película) en la ceremonia, efectuada en el Teatro Kodak, de Hollywood boulevard, en Los Ángeles.

Esta cinta ganó además en las categorías de mejor director (Danny Boyle), guión adaptado (Simon Beaufoy), banda sonora (A.R. Arman), canción (A.R. Arman), edición (Chris Dickens), mejor fotografía (Anthony Dod Mantle) y mezcla de sonido (Ian Tapp, Richard Pryke and Resul Pookutty).

La cinta, del británico Danny Boyle, prácticamente arrasó durante la temporada de premios al cine, pues además del Óscar fue reconocida en las premiaciones de los Globos de Oro, Bafta, British Independent Film Awards y el Sindicato de Actores, entre otras.

Boyle, de 52 años, quien nunca había sido nominado para un Óscar, venció a David Fincher (The curious case of Benjamin Button), Ron Howard (Frost/Nixon), Gus Van Sant (Milk) y Stephen Daldry (The reader). Se unió al británico Sam Mendes, quien lo recibió en 2000 por Belleza americana.

Cabe recordar que la épica de 1959 Ben Hur estableció récord de la Academia al ganar 11 premios Óscar, marca que fue igualada casi cuatro décadas después por el éxito de taquilla Titanic (1997), que consiguió 11 galardones tras recibir 12 nominaciones. En 2003, El señor de los anillos: el regreso del rey, también ganó 11 premios tras recibir 11 postulaciones.

Ustedes han sido tan generosos con nosotros esta noche, declaró Boyle mientras aceptaba su estatuilla. Quisiera ser millonario representa un inusual éxito masivo para Boyle, quien llegó a la fama en 1996 con Trainspotting.

El director Danny Boyle brindó un emotivo discurso al recibir los galardones, pero antes, en entrevistas en la alfombra roja, defendió su película de las críticas que recibió en India, donde muchos habitantes de barrios bajos la encuentran ofensiva por la manera en que describe la vida y el tratamiento que hace de las castas.

La británica Kate Winslet ganó el Óscar como mejor actriz protagónica por su actuación en The reader. Había sido nominada seis veces, pero apenas esta noche llegó la estatuilla a sus manos. Competían por el galardón Meryl Streep, Anne Hathaway, Melissa Leo y Angelina Jolie.

En el rubro de mejor actor protagónico el ganador fue Sean Penn, quien superó al que parecía el gran favorito de la noche, Mickey Rourke (The wrestler), para llevarse el Óscar. Penn ya había ganado en esta categoría en 2003 por su actuación en Río místico. El también columnista fue reconocido por su interpretación del activista político gay Harvey Milk, filme en el que actuó bajo la dirección de Gus van Sant.

En la contienda, además de Rourke, superó a Richard Jenkins (The visitor), Frank Langella (Frost/Nixon) y Brad Pitt (El curioso caso de Benjamin Button). Con ese triunfo la película biográfica sumó dos estatuillas, pues obtuvo también el premio al mejor guión original, de Dustin Lance Black.

En su discurso, Penn pidió a los políticos que se han mostrado en contra de la ley sobre la unión de parejas del mismo sexo que reflexionen. Pero reconoció que vive en un gran país, sobre todo por la llegada a la presidencia de un hombre como Barack Obama. A pesar de sus durezas puede crear artistas con coraje, como Mickey Rourke.

En la categoría de mejor actriz de reparto, Penélope Cruz obtuvo la estatuilla por su actuación como la artista María Elena, en Vicky Cristina Barcelona, de Woody Allen, convirtiéndose en la primera española en recibir ese galardón.

Dedico este premio a todos los actores de mi país, dijo Cruz en español tras recibir el premio.

En la película comparte protagonismo con Javier Bardem, su compañero en varias películas y con quien se le ha vinculado sentimentalmente. La madrileña, de 34 años, hija de una peluquera y un mecánico automotriz, tuvo su primera incursión en la industria cinematográfica española en 1992.

Cruz compitió con Amy Adams, por Doubt; Viola Davis, The reader; Taraji P. Henson, The curious case of Benjamin Button, y Marisa Tomei, The wrestler. Obtuvo el Goya a mejor actriz secundaria y tres galardones más de la crítica en Estados Unidos, aunque perdió el prestigioso Globo de Oro frente a Kate Winslet, quien se lo llevó por su participación en Revolutionary road.

Como estaba previsto, el australiano Heath Ledger, quien murió el año pasado por una sobredosis de medicamentos, ganó el Óscar como mejor actor de reparto por su papel como el villano Joker en la película Batman, el caballero de la noche. Ledger es el segundo actor que recibe un premio póstumo. Dos meses después de su fallecimiento por un ataque al corazón, Peter Finch ganó en 1976 un Óscar por su papel como periodista de televisión en la cinta Network.

Estamos realmente conmovidos. Esta noche queremos celebrar y estar felices por lo que él ha logrado, manifestó la madre de Ledger, Sally Bell, quien recibió la estatuilla acompañada por el padre y la hermana del actor.

La película japonesa Departures, sobre un hombre que trabaja como agente funerario, fue la ganadora sorpresiva como mejor película extranjera. El filme fue dirigido por Yojiro Takita y protagonizado por Masahiro Motoki como un violonchelista desempleado. Japón obtuvo una victoria sorpresiva con Departures, debido a que se esperaba ampliamente que el documental animado israelí Waltz para Bashir recibiera el honor.

Una de las favoritas de la noche, El curioso caso de Bejamin Button, sólo ganó en las categorías de efectos especiales (Eric Barba, Steve Preeg, Burt Dalton y Craig Barron), maquillaje (Greg Cannom) y dirección de arte (Donald Graham Burt). En el terreno del diseño de vestuario, el triunfador fue Michael O’Connor en La duquesa.

Wall-e fue premiada en la categoría de mejor película animada, en la que superó a Kung Fu Panda y Bolt. A su vez, Man on the wire, documental de James Mars sobre la vida del equilibrista francés Philippe Petit, que se hizo famoso por cruzar sobre un alambre el espacio entre las Torres Gemelas, se llevó el Óscar en su categoría.

El presentador de la entrega, el actor australiano Hugh Jackman, abrió la ceremonia remplazando el tradicional monólogo humorístico con un breve espectáculo de comedia musical, en el que pasó revista a las películas nominadas.