La ocupación en la ciudad de México se redujo en 109 mil puestos de trabajo en lo que va de la administración local actual, al pasar de 3 millones 971 mil trabajadores a 3 millones 862 mil, mismos que sufrieron en su mayoría un deterioro en sus condiciones laborales el año pasado, a raíz de la crisis económica.

Con base en información de los institutos Mexicano del Seguro Social (IMSS) y Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), entre la población sin empleo están con el mayor volumen los que tienen el nivel educativo más alto, los cuales suman 104 mil, de un total de 238 mil 504 desempleados en el cuarto trimestre del año pasado, cuando disminuyó la tasa de desempleo abierto 0.6 puntos, para ubicarse en 5.8 por ciento.

Ello sin considerar que 89 por ciento de la población sin empleo, 212 mil 349 personas, cuenta con experiencia laboral, 70.3 por ciento de la fuerza de trabajo ocupada percibe ingresos por las actividades productivas, aunque en siete de cada 10 casos el ingreso oscila entre uno y cinco salarios mínimos; mientras poco más de medio millón de trabajadores carece de percepciones, a lo cual se suma el hecho de que sólo 52.9 por ciento de los ocupados tiene alguna prestación laboral.

Así que hoy día en la ciudad existen 2.9 millones de trabajadores que son subordinados y remunerados, mientras que 959 mil ocupados se desempeñan como empleadores, trabajan por su cuenta o colaboran sin percibir remuneración alguna, siendo los micronegocios los que generan un millón 519 mil empleos, cifra que significa casi dos veces los ocupados en la pequeña empresa, poco menos de tres veces que los empleados de la mediana y más de tres veces los trabajadores de la gran empresa.

En esta última, con base en los indicadores del Inegi, se registró una disminución de 89 mil empleados, por lo que el nivel de ocupación en el último cuatrimestre del año pasado es el más bajo desde 2006, mientras que la pequeña empresa registró un repunte, el cual fue insuficiente para absorber la demanda de la población en edad de trabajar (de 14 y más años), que creció en casi 73 mil personas, y obligó a seis de cada 100 personas económicamente activas a buscar un trabajo.

De esta manera, para el cuarto trimestre de 2008, 10 de cada 100 personas que componen la población económicamente activa (PEA) se encontraban desocupadas y/o trabajarán menos de 15 horas a la semana; mientras seis de cada 100 personas ocupadas tenían disponibilidad de ofrecer más tiempo de trabajo, y nueve de cada 100 trabajadores se encontraban en condiciones críticas de ocupación con ingresos menores al salario mínimo o ganando hasta dos salarios, por más de 48 horas de empleo semanal.

Tal situación ha provocado que en la capital del país 27 de cada 100 ocupados se encuentren empleados en el sector informal de la economía, pues el despido de trabajadores continúa y sólo entre el cuarto trimestre de 2007 y 2008 se registró una reducción de 70 mil puestos de trabajo en el sector secundario de la economía, integrado por las industrias manufacturera, extractiva y de electricidad, así como de la construcción, se destaca en los indicadores de IMSS e Inegi.