Profesores y dirigentes de gremios magisteriales de 15 países de América afirmaron que la aplicación de pruebas estandarizadas ha dividido a las escuelas en buenas o malas, y en función de esto invertir en las primeras, abriendo con esto la puerta a la privatización educativa.

Por ello, anunciaron que impulsarán una lucha continental para revertir este proceso y construir una evaluación científica, democrática y crítica de los sistemas educativos, que incluya no sólo a docentes, alumnos y escuelas, también a las autoridades del sector responsables de imponer reformas que hoy revelan su profundo fracaso.

Aseguraron que entre las estrategias de lucha están la resistencia y no participación, hasta un abierto boicot, como sucede en Estados Unidos y Canadá, pues a pesar de que cada país enfrenta una realidad distinta, todos padecemos los efectos negativos.

Especialistas de Perú, Ecuador, Canadá, Estados Unidos y once naciones más, entre ellas México, señalaron que en América compartimos los efectos más nocivos de la aplicación de pruebas estandarizadas, entre ellas, una creciente desmoralización del docente, pues se busca debilitar al maestro, hacerlo perder su autoestima y enfrentarlo con los padres de familia y la opinión pública.

Al clausurar el Seminario Internacional sobre Evaluación Estandarizada, señalaron que en la mayoría de los países del continente también se generalizó la apertura al sector privado de todo el negocio que representa la evaluación estandarizada en institutos, universidades privadas, organizaciones no gubernamentales, y otras asociaciones cuya responsabilidad es elaborar y, en muchos casos, aplicar las pruebas.

Los profesores integrantes de la Red Social para la Educación Pública en las Américas afirmaron que vamos a generalizar la lucha por una verdadera evaluación científica y pedagógica de la educación, y esto significa examinar a maestros, estudiantes, a las propias escuelas, pero también se plantea incluir a los funcionarios del sector educativo, porque después del fracaso de sus reformas, lo único que hacen es decir que los maestros somos los culpables de la crisis educativa, y ellos van y vienen en sus cargos, cobrando grandes salarios, sin hacer ninguna reforma adecuada para cada uno de nuestros países.

Al respecto, Julie Washington, representante del sindicato de docentes de Los Ángeles, en California, Estados Unidos, destacó que a pesar de que su país es uno de los principales impulsores de las políticas de evaluación con exámenes estandarizados, estamos resistiendo y luchando para su erradicación, por lo que desde el año pasado logramos generar un boicot en toda la ciudad para que no se aplicaran en una sola escuela, táctica, agregó, que se repite en otras ciudades de ese país e incluso en Canadá, como parte de la campaña continental en contra de las pruebas estandarizadas.