Morirse la víspera
l secretario de Seguridad Pública municipal de Ciudad Juárez renunció luego de que presuntos narcotraficantes amenazaron matar un policía cada 24 horas si no dejaba el cargo. Amaneció la primera víctima y dejó la plaza. El senador del PAN Ramón Galindo Noriega se mudó de Ciudad Juárez a El Paso, Texas. Chihuahua es una de las tres entidades a las que se limita la violencia criminal, según la secretaria de Relaciones Exteriores. El de Economía habla desde París de tres ciudades, Tijuana, Ciudad Juárez y Tamaulipas
. Tal cual.
El presidente del Senado, Gustavo Madero, aspirante panista a gobernador de Chihuahua, condenó tibiamente al ingeniero Gerardo Ruiz Mateos, quien decidió fortalecer las tesis del Estado fallido
y declaró en la Ciudad Luz que de no ser porque su jefe, el presidente Calderón, decidió emprender la guerra contra el crimen organizado, México tendría “un presidente narco en 2012”. Dicen y se desdicen. Madero recordó que es año electoral y decidió corregirse la plana: se trata de un ataque concertado, generalizado, tendiente a denigrar al gobierno y al partido gobernante. Así habla un descendiente del apóstol Francisco I. Madero. Sólo le faltó hablar de complot, de fuerzas oscuras decididas a desestabilizar nuestra frágil democracia.
Cayó la noche. Y no hay quien recuerde que es hora de encender los faroles. Los tecnócratas que llamaron válvula de seguridad a la puerta falsa de la emigración de millones de mexicanos al otro lado de la frontera, en busca de empleo y de vida digna, aconsejan legalizar el cultivo, tráfico y uso de la mariguana. La recesión global liquidó el mecanismo criminal del mercado libre de regulación y la acumulación de riquezas en las alturas para que algo escurriera hacia abajo. El flujo de capitales del exterior cesó mucho antes. Envejecieron los dogmas neoconservadores, pero persisten la codicia y el desprecio por la cosa pública. En el Capitolio, el republicano presidente del comité bancario del Senado habló de una posible nacionalización
de la banca y se desplomaron las bolsas del mundo entero.
El Banco de México inunda el mercado con miles de millones de dólares de la reserva para contener la devaluación que no cesa. Y el senador Ricardo Monreal, hoy del PT, propone nacionalizar la banca. Irresistible tentación de ir a los extremos hasta el punto en que confluyen izquierda y derecha. En el afán de dar vueltas a la noria nacionalizamos, reprivatizamos y dimos un paso al vacío con la extranjerización de todo nuestro sistema bancario. El peso se ha devaluado 37.18 por ciento, en términos anuales, sin que Guillermo Ortiz ni Agustín Carstens digan, si lo saben, quiénes han sido los especuladores que han operado alegremente con los 6 mil 258 millones de dólares colocados en el mercado.
Y cayeron las remesas. Los pobres vienen de regreso. Crece el recuento de muertos y ruedan cabezas por toda la geografía nacional. Los ricos se van a residir al otro lado. A Texas se fue Alejandro Junco de la Vega, director y dueño del diario Reforma. Todos los días va y viene de allá de aquel lado a Monterrey, dice The Wall Street Journal. Cayó la noche entre amenazas del crimen organizado. Ser periodista en México es oficio de alto riesgo: docenas han sido asesinados en lo que va del sexenio, a sumar a los del anterior y a los del crepuscular priato tardío. Reporteros sin Fronteras denuncia y lleva la cuenta de los caídos. El más reciente, a la hora en que escribo estas líneas, es un fotógrafo de Guerrero. Los del llano, los mexicanos del común, no tienen válvula de escape. Los mareados por las alturas prefiguran un mandato criminal, creen que Tamaulipas es una ciudad y Acapulco un estado de la República.
Es hora de encender los faroles. El 19 de febrero es día del Ejército. Tropas, oficiales y jefes se trasladaron a Monterrey. ... el presidente Felipe Calderón ordenó al Ejército invadir Nuevo León, al menos ritualmente (...) Esta es la primera vez que se recuerde en la historia moderna que el Ejército sale de la ciudad de México o de sus campos militares aledaños a ella, para conmemorar tan importante fecha para los soldados mexicanos
(Javier Ibarrola, en Milenio del miércoles 18 de febrero). Viejo reportero, de familia castrense, Ibarrola es conocedor del tema, reconocido como vocero informal del Ejército. No hubo violación del pacto federal en la toma de Monterrey. El gobernador Natividad González Parás ha declarado que los tapados
que tomaron las calles para demandar el retiro de la fuerza militar, posiblemente son pagados por el cártel del Golfo.
Amargo fenómeno el de los tapados
que protestan en Monterrey y bloquean puentes fronterizos para denunciar los abusos de militares. El simplismo vería la simpatía popular de los narcotraficantes porque hacen obras materiales y sociales entre los desposeídos. La terca realidad demuestra que, así como Vicente Fox despilfarró miles de millones de dólares del alto precio del petróleo, perdimos el bono demográfico: millones de mexicanos en edad laboral no encuentran trabajo por nuestra incapacidad de crear empleos. Y no tienen acceso a la educación media y superior tres de cada cuatro mexicanos en edad de recibirla. La población rural se va a las ciudades, a engrosar las filas de la miseria urbana, del lumpen del tercer milenio. La ausencia de una política social de Estado multiplica la carga explosiva; al cancelar los conductos de la permeabilidad social arriesgamos el estallido.
De nada sirven los retos y la retórica guerrera en voz presidencial. Pero a nadie sirven quienes pretenden tapar el sol con un dedo, minimizar la violencia, la barbarie desatada y el reto del crimen organizado al poder constituido. Del gabinete salen voces lastimeras, coros de Casandras, rumores y escándalos de conflictos de intereses, de intrigas cortesanas y pleitos palaciegos en los que las grabaciones de intervenciones telefónicas ilegales son dagas florentinas de la realidad virtual. Da pena el espectáculo de Luis Téllez y damiselas de instrumentos electrónicos al servicio de la justicia o del mejor postor. Espectáculo de confusión entre el bien público y el interés privado; de sobrevivientes de la caída del castillo de naipes de Reagan-Thatcher.
Cayó la noche. El titular del Ejecutivo tendrá que cumplir y solicitar autorización del Congreso. No puede persisitir en el estado de sitio ficticio. Está en juego la seguridad nacional. El secretario de la Defensa, general Guillermo Galván, pidió en su discurso del Día del Ejército que el Congreso debata y legisle para dar soporte jurídico a la acción militar para la preservación de la paz pública
. Pudiera ser en defensa del fuero militar. ¿Quizás? Pero lo trascendente es que el general secretario lo reconozca garantía de la ley y no cobijo de impunidad. El Ejército de la Revolución Mexicana ha sido firme valladar contra las tentaciones pretorianas. Aturde el coro del Estado fallido
, cacofonía de voces cortesanas, de patrones condescendientes y vecinos ansiosos de rescatarnos.
Menos mal que entre líneas de The Wall Street Journal asomó algo de claridad. El narco ha penetrado muchas instituciones
dice el procurador Eduardo Medina Mora. Pero no estamos hablando de un colapso institucional
.
Aquí nos tocó vivir. Acá de este lado. Hay que dejar a salvo el derecho, para que las generaciones siguientes, mejores que nosotros, como dijo Juárez, puedan reivindicar la república federal independiente, democrática y laica.