París, 18 de febrero. Rozenn Milin es francesa, pero su lengua materna es el bretón. Mi lengua está amenazada de extinción, pero al menos está muy bien documentada, comenta.

Otras lenguas, muchas, corren el riesgo de desaparecer sin dejar rastro.

La Fundación Chirac, fundada por el ex presidente francés Jacques Chirac, lucha porque esas lenguas queden registradas para la posteridad en formato de video.

Se trata de un complemento al Atlas mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) de las lenguas amenazadas con desaparecer, cuya nueva edición se presenta este jueves en París.

Hay 6 mil lenguas en el mundo. Y una de cada dos está amenazada de extinción, explicó Milin. La mayoría ni siquiera cuenta con textos escritos.

Cuando muere una lengua, también se pierden la cultura y la tradición que están unidas a ella, dice Milin, quien dirige el proyecto Sorosoro para la Fundación Chirac.

Sorosoro es una palabra de la lengua araki, que sólo es hablada por ocho personas en la isla de Vanuatu, en el Pacífico. Traducida quiere decir lengua, palabra o aliento.

A finales de enero, un lingüista y un operador de cámara viajaron a Gabón, en África. Regresaron con más de 60 horas de material audiovisual grabado, que documenta dos lenguas amenazadas: el benga y el mpongwe.