Vencimientos de deuda externa privada por 30 mil 300 millones de dólares durante 2009 e inversionistas que buscan llevar sus capitales a refugios seguros, como instrumentos de deuda estadunidenses, presionarán todavía más la demanda de divisas en el país, lo que mantendrá una importante presión sobre el peso mexicano. Esta semana se prevé que el tipo de cambio arranque a 14.8220 pesos.

Debido a la fuerte demanda de dólares para atender las obligaciones financieras de corporativos mexicanos, aunado a la búsqueda de refugios de capitales menos vulnerables a los vaivenes financieros, el Banco de México ha inyectado al mercado de cambios más de 18 mil millones de dólares a partir del 8 de octubre de 2008.

Analistas del grupo financiero IXE pronosticaron que la vulnerabilidad del peso podría acrecentarse en el corto plazo, por lo que consideraron adecuada y oportuna la emisión que hizo el gobierno mexicano de un bono por mil 500 millones de dólares. Una entrada de dólares para México reforzaría las reservas internacionales, consideraron.

Para expertos de Banamex, por su parte, el gobierno y BdeM (Banco de México) adoptarán una postura pragmática en la cual las necesidades de divisas por el sector privado serán enfrentadas principalmente con mecanismos convencionales, es decir, subastas de dólares e intervenciones directas como se ha hecho.

Añadieron: Mecanismos predeterminados de subastas de divisas como el que en la actualidad opera son probablemente la forma de satisfacer un incremento constante en la demanda de divisas derivada de factores fundamentales.

Según expertos de grupo financiero Actinver, las presiones sobre el peso continuarán debido a una aversión global al riesgo. Esto sería completado con datos recientes en la economía mexicana generan coberturas y salida de inversionistas globales buscando instrumentos de deuda en Estados Unidos como refugio más seguro.

La vulnerabilidad del tipo de cambio podría incrementarse a corto plazo, coincidieron expertos financieros. En la imagen, billetes y monedas en una ventanilla bancariaFoto La Jornada

Los inversionistas internacionales, explicó Bursamétrica, llevan a cabo un movimiento conocido como fly to quality, que es la propensión de los capitales globales a volar hacia un puerto seguro, cuando se presentan eventos extraordinarios de aversión al riesgo. El safe haven por excelencia es el de los bonos del tesoro estadunidense. Cuando procede esta inclinación se desborda la demanda de dólares, y su rentabilidad se viene a pique.

De esta forma, las acciones de venta directa de dólares llevadas a cabo la semana pasada por la Comisión de Cambios, integrada por el BdeM y la Secretaría de Hacienda, tuvo efecto positivo al desarmar la especulación, pero a partir del martes 10 se presentó una fuerte aversión al riesgo en los mercados financieros internacionales, derivada del mal recibido anuncio realizado por el secretario del Tesoro de Estados Unidos de un programa de rescate financiero que podría extenderse a 2 billones de dólares, en la compra de activos tóxicos y en la reactivación del crédito al consumo, a las hipotecas y a las pequeñas empresas.

En la misma línea los analistas del grupo financiero Santander opinaron: “Consideramos que la volatilidad del tipo de cambio se mantendrá en las próximas semanas todavía en un entorno internacional difícil de predecir, no obstante, que la aprobación de los planes de rescate financiero y económico en Estados Unidos deberá apoyar un panorama más favorable en el mediano plazo.

Dado lo anterior mantenemos nuestra expectativa que el tipo de cambio interbancario en los próximos días podría mantenerse en un rango amplio de cotización de 13.9 pesos a 14.5 pesos por dólar, con un riesgo de que alcance el 14.7 pesos por dólar”.