■ Michael Bradley marcó los dos goles; el Tri no le gana en eliminatorias desde 1972
Estados Unidos ratifica supremacía sobre México: se impuso 2-0
■ Rafael Márquez fue expulsado y Oswaldo Sánchez se comió la segunda anotación
■ Jugamos bien, afirman Osorio y Ochoa
■ Eriksson ofreció disculpas a la afición por la derrota
Ampliar la imagen Michael Bradley fue el héroe del conjunto estadunidense. En la gráfica festeja uno de sus dos tantos Foto: Reuters
Columbus, Ohio, 11 de febrero. Con dos goles de Michael Bradley, Estados Unidos ratificó su superioridad futbolística sobre México, imponiéndose 2-0, en el inicio del hexagonal final de la Concacaf rumbo a Sudáfrica 2010.
En un partido de bajo nivel, realizado sobre cancha mojada por tormenta previa, los estadunidenses ganaron apenas con lo mínimo, sin realizar mayor esfuerzo, ante un equipo mexicano que mantuvo el nivel decepcionante de la etapa previa y que sufrió dos garrafales errores de sus baluartes: la expulsión de Rafael Márquez y la colaboración de Oswaldo Sánchez para la segunda anotación.
Con el resultado, el Tri sigue sin vencer al equipo de las barras y las estrellas desde 1972 en eliminatoria mundialista. El cuadro de Sven-Goran Eriksson fue tan inofensivo al ataque, que en el segundo tiempo no realizó ningún disparo directo a la portería rival.
El juego se inició con 15 minutos de retraso y la cancha en mal estado dificultó el manejo del balón, pero los tricolores tuvieron la primera oportunidad de gol, apenas a los dos minutos. Nery Castillo realizó buena jugada por el centro y el balón le llegó de frente a Giovani dos Santos, quien se precipitó al disparar y su tiro fue detenido con las piernas por el arquero Tim Howard.
La defensiva estadunidense se mostraba errática y los mexicanos tuvieron otras llegadas: un tiro libre de Pável Pardo que pegó en la parte superior de la red y un disparo de Alberto Medina que Oguchi Onyewu detuvo con la mano.
México mantenía el control del esférico, pero sin crear mayor peligro, y a partir del minuto 20 los rivales se fueron asentando en la cancha y tuvieron un tiro libre de Donovan y un disparo de volea de Damarcus Beasley.
Eran los avisos, ya que a la media hora de juego Oswaldo Sánchez salvó al equipo tras rechazar un disparo, dentro del área, de Clint Dempsey.
Tres minutos después el Tricolor se quedó sin su jugador más desequilibrante, ya que Castillo sufrió un tirón en el muslo derecho. Su sitio fue ocupado por Israel Martínez, quien no pesó.
Estados Unidos se adelantó al 42, en un tiro de esquina a segundo palo que Márquez midió mal y se pasó, por lo que Donovan recentró con la cabeza al área chica, donde Oyenwu remató igual; Sánchez rechazó y Bradley contrarremató ante la mirada atónita de tres defensas.
En los primeros 10 minutos del complemento Eriksson trató de levantar a su escuadra con el ingreso de Sinha, quien fue nulificado.
Al 64 se presentó una jugada polémica. Dos Santos no pudo rematar porque fue jalado por la defensa dentro del área y luego, en el contrarremate, cuando Gio estaba tendido, no pudo meter el esférico a un metro de la línea de gol. De inmediato Márquez dio una plancha a la rodilla del guardameta y fue expulsado por el árbitro guatemalteco Carlos Batres.
A pesar de su salida, los pupilos de Bob Bradley se replegaron en su área, detuvieron sin problemas los tímidos ataques tricolores y buscaron el contragolpe.
Así, ante el conformismo estadunidense y la inoperancia mexicana, el duelo llegó al minuto 91, cuando Bradley se animó a tirar de lejos y el balón se le escapó por debajo del cuerpo a Sánchez.
Al final, los mexicanos consideraron que dieron un buen partido: “No basta jugar bien, falta meterla. Creo que la desesperación nos afectó y ellos aprovecharon las oportunidades que tuvieron”, dijo Ricardo Osorio, quien admitió: “sentimos pena que se vea a la selección así, y duele el orgullo”.
Ochoa afirmó que “el equipo se desempeñó bien, pero no tuvimos fortuna” y aceptó que la expulsión los afectó “pero tuvimos opciones de gol”.
Eriksson ofreció disculpas al público mexicano por la derrota, pero destacó que su equipo mostró “actitud, mucho carácter y eso es bueno para el futuro. Trabajar es el único modo de mejorar. La próxima vez tendremos más tiempo de ensayar con los jugadores que están en Europa”.
Justificó la caída al comentar que recibieron el primer gol en “pelota parada” y el segundo “en el último minuto”, además de que “es más difícil jugar 10 contra 11”.
–De acuerdo con las encuestas, la gente no cree en usted.
–Yo creo en mí mismo.