■ El realizador grecofrancés presentó Eden is West en la Berlinale
Europa debería recibir con los brazos abiertos a los migrantes: Costa-Gavras
Ampliar la imagen Demi Moore con su esposo Ashton Kutcher, a su llegada a la proyección de Happy Tears en la Berlinale Foto: Ap
Berlín, 11 de febrero. El director cinematográfico grecofrancés Constantin Costa-Gavras considera que los migrantes deberían ser recibidos en Europa con los brazos abiertos, según dijo a la revista oficial del festival de cine de Berlín The Daily Berlin.
“Gran parte de la población de la mayoría de los países europeos está integrada por personas que inmigraron y se adaptaron al nuevo país”, sostuvo el director de cintas famosas, como Estado de sitio, Desaparecido y Z.
Costa-Gavras presentó fuera de concurso su filme más reciente, Eden is West, protagonizado por Riccardo Scamarcio, Juliane Köhler y Ulrich Tukur, que trata sobre los intentos de un joven por entrar sin documentos en la Unión Europea a través de Grecia.
“Quise mostrar una imagen positiva y la nobleza de los inmigrantes. En Europa los vemos como enemigos; hay miedo a la invasión, a otras religiones, a otros colores de piel.
“Desgraciadamente, ese temor es reforzado por políticos que señalan a los inmigrantes como un peligro.”
El director explicó que cada episodio de la película es una metáfora sobre la conducta de los europeos frente a personas que llegan de fuera, que ven a Europa como el paraíso y harían cualquier cosa por alcanzarlo, incluso arriesgar la vida.
Historia de Nicaragua
Dentro de la sección de Forum se presentó el documental La sirena y el buzo, de Mercedes Moncada Rodríguez, realizadora de La pasión de María Elena (2003) y El inmortal (2005).
Es una coproducción entre el Instituto Mexicano de Cinematografía, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la junta de Andalucía de España, que tiene como escenario un pueblo de pescadores en Nicaragua y se desarrolla alrededor de la mitología que en esos pueblos perdura sobre la existencia de una sirena en las profundidades del mar.
En conversación con La Jornada, Mercedes Moncada afirmó: “No se trata de un aspecto mitológico, los pueblos pescadores de Nicaragua tienen en la sirena una deidad, conviven con ella aunque no le erigen imagen alguna, son pueblos en los que la magia es parte de su estilo de vida”.
Moncada explicó que trabajó durante tres años en la realización de este documental.
Comentó que su intención era contar una historia sobre Nicaragua que no tuviera que ver con los desastres que han asolado al país, como guerras o huracanes. En el documental se escucha la lengua miskito, hablada por la población de ese nombre, en el norte de Nicaragua.
Moncada decidió realizar este trabajo luego de asistir a un entierro en esta región, donde los pobladores creen que todo pescador o buzo que perece en el mar ha sido tocado por la sirena.
Desarrolla una historia fantástica en nueve capítulos, pero con tratamiento documental, en el que el espectador es testigo de las costumbres y formas de vida de esos pueblos de pescadores. Sinbad es un buzo, convertido en tortuga al morir.