■ Según Semana, son pareja desde hace casi un año

“Tórrido romance” de Slim con la reina Noor de Jordania

■ Cobijados por la intimidad de sus amigos, juntos han recorrido el mundo, dice

Armando G. Tejeda (Corresponsal)

Madrid, 11 de febrero. El magnate mexicano de ascendencia libanesa, Carlos Slim Helú, de 68 años, quien es el segundo hombre más rico del planeta, tendría desde hace más de un año un tórrido romance con una de las mujeres más admiradas y bellas de Medio Oriente: la reina Noor de Jordania.

Según publica en su edición de hoy la revista de información social Semana, el empresario y la es monarca, quien abdicó del trono en favor de su hijo el rey Abdullah II, mantienen una relación sentimental estable y uno de sus últimos encuentros furtivos, siempre con la mayor discreción, fue en República Dominicana, en uno de los centros turísticos más exclusivos del Caribe.

Slim Helú, con una fortuna de más de 60 mil millones de dólares, siempre se ha mostrado orgulloso de sus raíces familiares, del origen humilde y trabajador de su padre, quien a los 14 años emigró de Líbano a México para hacer fortuna, a pesar de que ni siquiera sabía hablar español. Más de 100 años después de aquel viaje, su hijo Carlos, convertido en el empresario más rico de América Latina y en el más influyente de México, compartiría lecho y mesa con quien hasta hace unos años era la esposa del todopoderoso rey Hussein de Jordania, quien reinó desde los 16 años hasta su muerte, en 1999, cuando tenía 64 años.

La citada revista es una publicación habitual en los quioscos de prensa y se especializa en la llamada información del “corazón”, por lo que entre sus fuentes suele tener a personajes de la aristocracia y el empresariado español. Y, cabe destacar, la casa real española –la de los Borbón– mantiene una estrecha y fraternal relación con la mayoría de las casas reales de Medio Oriente, pero sobre todo con las de Jordania y Marruecos. Incluso, el propio monarca jordano llegó a llamar al rey Juan Carlos como su segundo padre.

A pesar de que no ofrece ninguna fotografía sobre el supuesto romance del empresario mexicano con la reina Noor, esta publicación cita a varios “amigos” muy “cercanos” al empresario mexicano para sustentar esta información, en la que se ofrecen detalles sobre sus encuentros furtivos o los círculos entre los que la pareja se mueve –entre ellos el matrimonio Clinton.

Incluso, señala que una coincidencia crucial para que prosperara el romance fue que en 1999 ambos se quedaron viudos. Slim, tras la muerte de su esposa Soumaya, con quien tuvo seis hijos, y la reina Noor con el fallecimiento del rey Hussein, con quien tuvo cuatro hijos.

Hay otro punto en común que, según la revista, también fue vital: ambos tienen orígenes libaneses, ya que la reina Noor tiene por nombre Lisa Halaby, una ciudadana estadunidense cuya madre era de origen sueco y su padre sirio-libanés.

La publicación española señala con lujo de detalle incluso algunos de sus primeros encuentros y el deslumbramiento que habrían tenido al verse: “Los dos vieron cómo sus vidas se desmoronaban en 1999. El 7 de febrero de ese año, Noor enviudó del rey Hu- ssein, y un día más tarde él perdió a Soumaya, su mujer durante 33 años y madre de sus seis hijos: Carlos, Marco Antonio, Patrick, Soumaya, Vanesa y Johanna, que ya le han dado 12 nietos.

“Desde entonces, ninguno de ellos había vuelto a enamorarse ni había intentado siquiera rehacer su vida sentimental... hasta la primavera de 2008, cuando Cupido les apuntó con una de sus casi siempre certeras flechas. Fue entonces cuando la pareja empezó una relación que se afianza día a día y que les ha llevado a recorrer medio mundo, siempre amparados en la intimidad que les proporcionan los aviones privados y los amigos que tienen por todo el planeta”.

La revista va más allá y cita incluso a “uno de los más cercanos” a Slim en España, quien ofrece algunos detalles sobre los sistemas de seguridad que adoptan durante sus encuentros: “Suelen viajar en avión privado, de alquiler o cedido por amigos, ya que Slim es poco amigo de ostentaciones y no tiene uno propio. Se desplazan en distintos coches o en uno con cristales opacos, y en los hoteles no se inscriben con su identidad; utilizan el de alguna de las sociedades de él. Tampoco entran por el vestíbulo, sino por el parking, y suelen sortear todas las dependencias, excepto el gimnasio, ya que a la reina Noor le gusta cuidar su forma física. Además, rara vez cenan en restaurantes, prefieren veladas en hogares de confianza”.

Siempre según la revista Semana, Slim y la reina Noor habrían tenido uno de sus últimos encuentros furtivos en Las Villas de Cap Cana, en República Dominicana y uno de los centros turísticos más exclusivos y lujosos del Caribe. Ahí “iniciaron en noviembre un recorrido que les llevó por Madrid, Gstaad (Suiza) e Italia, antes de disfrutar de unas vacaciones blancas en Vail (Colorado) y de cenar en Nueva York con el matrimonio Clinton”, se afirma.

Incluso, los supuestos amigos de Slim citados por la publicación se atreven a vaticinar un futuro común entre ambos: “Son dos almas solitarias y afines que se han encontrado. Para los dos fue una tragedia perder a su cónyuge; a él todavía se le pone un nudo en la garganta cuando lo recuerda. También comparten raíces árabes por sus progenitores y su matrimonio, ya que Soumaya Domit pertenecía a una familia libanesa”.