Usted está aquí: domingo 8 de febrero de 2009 Sociedad y Justicia Proyectan astrónomos mexicanos realizar estudios con un radiotelescopio chileno

■ El aparato tendrá un costo de más de mil millones de dólares, adelantan científicos

Proyectan astrónomos mexicanos realizar estudios con un radiotelescopio chileno

Laura Poy Solano

Ampliar la imagen Habitantes de Tekapo, pequeña localidad de la isla sur de Nueva Zelanda, se han dado a la tarea de reforzar las acciones en pro del medio ambiente para seguir gozando de espectaculares vistas del firmamento. En la imagen, una capilla de piedra que se encuentra a la orilla del lago Habitantes de Tekapo, pequeña localidad de la isla sur de Nueva Zelanda, se han dado a la tarea de reforzar las acciones en pro del medio ambiente para seguir gozando de espectaculares vistas del firmamento. En la imagen, una capilla de piedra que se encuentra a la orilla del lago Foto: AP

El conocimiento genera no sólo nuevos saberes, sino también permite la formación de un pensamiento más crítico para enfrentar la realidad. La astronomía es una ciencia que no se limita a observar el cielo, sino a preguntar cómo funcionan las cosas y tratar de responder esa pregunta, afirmó Susana Lizano Soberón, directora del Centro de Radioastronomía y Astrofísica (CRyA) de la UNAM campus Morelia, quien destacó que uno de los proyectos más ambiciosos de los astrónomos mexicanos es participar y utilizar el radiotelescopio chileno Gran Arreglo Milimétrico de Atacama (Alma), que estará listo en el año 2012.

En conferencia de prensa para dar a conocer los proyectos que se desarrollan en el CRyA, una de las instituciones con mayor número de astrónomos mexicanos citados en publicaciones científicas internacionales, lo que ubica al centro como el lugar de investigación más productivo del país, admitió que uno de los retos es la formación de más astrónomos profesionales, pues en el país sólo “somos cerca de 200, aunque en el centro también impulsamos cuadros de excelencia, pero debemos reconocer que es un proceso largo que requiere tiempo”.

Agregó que el avance en el conocimiento del universo es una realidad, por lo que “hoy sabemos mucho más de lo que Galileo Galilei pudo conocer en su época, porque después de él surgieron nuevas disciplinas como la física, pero es en los últimos 80 años, con el acceso a la electricidad y a todos los adelantos tecnológicos, que hemos comenzado a generar enormes cantidades de conocimiento que implican nuevos retos y preguntas”.

Por ello, indicó, como parte de los grandes proyectos de investigación a escala mundial, “con los que se espera generar saberes que puedan transformar mucho de lo que hoy conocemos sobre el universo, los planetas y las estrellas”, el plan Alma, en el que podrán participar astrónomos mexicanos y costará más de mil millones de dólares, permitirá realizar diversos estudios sobre cómo llegan a formarse los planetas alrededor de las estrellas, aunque también se estudiarán otro tipo de fenómenos, como las explosiones astrales y el contenido molecular de las nubes de gas en el espacio.

En cuanto al avance en el conocimiento del universo, Luis Felipe Rodríguez Jorge, catedrático del CRyA y miembro de la National Academy of Sciences, de Estados Unidos, destacó que el estudio de las estrellas en sus diferentes etapas evolutivas aún es uno de los principales temas de la astronomía, “en particular la etapa de su formación es un tema en el que ha habido una importante contribución de astrónomos mexicanos”.

Agregó que el conocimiento de cómo nacen los planetas y las estrellas “nos permite avanzar en el conocimiento no sólo de nuestra galaxia, sino de cómo funciona el universo, ya que los procesos que estudiamos, como el nacimiento de una estrella, puede tardar más de 10 millones de años. Además, los astrónomos no podemos hacer experimentos controlados o acceder en forma directa a nuestro objeto de estudio”.

Rodríguez Jorge destacó que el Sol es una de las 200 mil millones de estrellas que forman la Vía Láctea, que es “nuestra galaxia, donde 10 por ciento de la masa luminosa está en forma de gases libres o nubes que se puede condensar gravitacionalmente para formar estrellas”, por lo que destacó la importancia de continuar “investigando el universo y descubriendo que en el fondo todos somos polvo de estrellas”.

 
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