■ Será un sistema de “socialismo comunitario”, afirma en El Alto ante 36 pueblos originarios
Proclama Evo Morales la refundación de Bolivia como Estado plurinacional
■ La nueva Constitución, “promulgada ahora de cara al pueblo” y “no entre cuatro paredes”, asegura
■ Rinde homenaje a Tupac Katari, líder de la rebelión indígena descuartizado por los colonizadores
Ampliar la imagen Simpatizantes del presidente boliviano participan en la multitudinaria manifestación en la ciudad de El Alto para la promulgación de la Constitución Foto: Ap
El Alto, 7 de febrero. Acompañado por líderes de los principales movimientos sociales del país, el presidente Evo Morales proclamó hoy la refundación de Bolivia como “Estado plurinacional unitario social y económicamente de socialismo comunitario”, a partir de la promulgación de la nueva Constitución Política boliviana, “de cara al pueblo, no como antes sólo en el Congreso, entre cuatro paredes”.
Enfatizó que en los tres años de su presidencia “sólo la sabiduría de nuestros pueblos, de nuestras fuerzas sociales, ha permitido identificar, resistir y derrotar a los agentes externos, al imperialismo norteamericano; gracias a esta Constitución se garantiza la lucha histórica de nuestros antepasados y de nosotros, defender la vida, defender la justicia y la soberanía”.
Previamente leyó la sentencia que el 14 de noviembre de 1781 ordenó el descuartizamiento del líder de la rebelión indígena contra la autoridad colonial, Tupac Katari, y recorrió las luchas históricas populares en la república, contra las dictaduras y el neoliberalismo, y dijo que “no habrá cuatro prefectos que puedan descuartizar a Bolivia” con el pretexto de la autonomía, como los cuatro caballos españoles hicieron con el héroe indígena.
En las inmediaciones del aeropuerto de esta ciudad, a 4 mil 100 metros de altura, se dieron cita más de medio millón de hombres, mujeres, niños y ancianos llegados de los nueve departamentos del país, muchos de las cuales pernoctaron ahí soportando el frío y la llovizna para presenciar el histórico acontecimiento de la promulgación de una Carta Magna en cuya aprobación participaron todos por primera vez en la historia del país.
Acompañaban a Morales la premio Nobel de la Paz 1992, Rigoberta Menchú Tum; el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Miguel Insulza; el canciller venezolano Nicolás Maduro y dirigentes de movimientos sociales como Isaac Ávalos, de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos; Fidel Surco, de la Coordinadora Nacional para el Cambio; Adolfo Chávez, presidente de la Confederación de Indígenas del Oriente y el dirigente máximo de la Central Obrera Boliviana, Pedro Montes.
Morales recordó la fundación de Bolivia por el libertador Simón Bolívar: “aquí estamos sus hijos para garantizar la segunda independencia, la verdadera liberación del pueblo boliviano”. Agregó que gracias a la nueva Constitución ningún gobierno privatizará los hidrocarburos ni habrá pongueaje (siervos de la tierra), y se garantizarán las tierras comunitarias.
“Hemos soportado tantas calumnias, tantas humillaciones para llegar a esta Constitución; en ella están consagradas las aspiraciones más profundas de los sectores más abandonados como son los trabajadores, el movimiento indígena”.
Esta Carta Magna, subrayó, “protege por igual a todos los bolivianos y bolivianas, garantiza la igualdad de oportunidades para la gente del campo y la ciudad, garantiza la igualdad, dignidad y libertad para todo el pueblo boliviano”.
Morales mencionó que durante las épocas dictatoriales y neoliberal del siglo pasado los líderes sociales eran acusados de comunistas, luego de narcotraficantes y a partir del 11 de septiembre de 2001 “pasamos de ser comunistas, narcotraficantes, terroristas”.
El Ejecutivo rindió además homenaje a los integrantes de la Asamblea Constituyente y a su presidenta Silvia Lazarte, que en la ciudad de Sucre sufrieron grandes humillaciones de quienes buscaban “descuartizar” la Asamblea.
Esos grupos, “que representan a los llamados vendepatrias”, dijeron “autonomía, ahí tienen autonomía; dijeron capitalía, ahí la tienen; dijeron dos tercios, ahí están; hablaron de propiedad privada y que la vamos a quitar; la nueva Constitución garantiza la propiedad privada pero también la cooperativa, comunitaria y estatal”.
Aseveró también que durante la campaña para el referendo en algunas iglesias decían que si el 25 de enero se aprobaba la nueva Constitución iban a perseguir a los sacerdotes y cerrar iglesias: “mentira, nunca se cerrarán, pero sí hay libertad de religión, no hay ninguna religión oficial, todos los sectores tienen igualdad en Bolivia”.
Mencionó que en esta nueva Constitución no se permite instalar bases militares extranjeras, “por tanto no van a haber embajadores (que) como antes ponían y despedían ministros; la embajada de Estados Unidos autorizaba la entrada de aviones al aeropuerto de Chimoré... eso ha terminado”.
Enfatizó que el nepotismo, la burocracia del Estado y sobre todo la corrupción “había sido un derecho del Estado colonial, por tanto tenemos que descolonizar a este Estado colonial y uno de los temas centrales es la corrupción. A ningún corrupto se le perdona, sea masista o no, sea familiar o no, los corruptos a la cárcel”.
También dijo que hay corruptos que hablan de lucha contra la corrupción, y “no tienen ninguna moral, primero que se sometan a esta Constitución para que digan de dónde tienen tantos bienes y así poder acabar con la corrupción”.
Asentó que en la Constitución por primera vez los servicios básicos son un derecho humano, no un negocio privado sino un servicio público; se reconocen los idiomas de los 36 pueblos originarios, presentes en el acto, y también el castellano; no se excluye a nadie y el Estado se declara pacifista sin renunciar a su derecho a la defensa.
Morales convocó a todos los alcaldes, concejales y prefectos del país para implementar juntos la nueva Constitución Política, contribuir a la refundación de Bolivia y a la reconciliación delos originarios milenarios con los originarios contemporáneos, respetando la igualdad de todos los bolivianos.
Luego tomó juramento de respetar y hacer respetar la nueva Constitución a los civiles y militares, y dijo: “si así lo hicieren, nuestros próceres de la liberación, los premien los héroes de la resistencia contra el Estado colonial, y en caso contrario los castiguen”.
El acto concluyó con un desfile militar y una marcha de decenas de miles de civiles que duró varias horas, sin que importara la fuerte granizada que cayó ni el copioso aguacero que le siguió.