■ Deben afrontar acusaciones canónica y civilmente, señalan
Exigen ONG que la jerarquía católica responda por abusos como los de Maciel
Ante el reconocimiento de la doble vida de Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, varias organizaciones sociales del país emitirán esta semana un “enérgico llamado” a los jerarcas católicos para que reconozcan y enfrenten canónica y civilmente todas las acusaciones de abuso sexual y de violaciones de derechos humanos que han cometido y que han mantenido en la impunidad.
El Observatorio Eclesial precisó que también buscan que la feligresía y la población en general dejen de callar cualquier tipo de agresión –sobre todo sexual– cometida por religiosos.
José Guadalupe Sánchez, secretario ejecutivo del observatorio, consideró que las denuncias de violación que pesan contra Maciel –quien murió sin ser castigado– y la aceptación de su “doble moral” son sólo algunos de los hechos que los jerarcas católicos han pretendido ocultar y callar, “como también ocurrió en el caso de los señalamientos contra el cardenal Norberto Rivera por su presunto encubrimiento de pederastia, hecho que se destapó y no evolucionó positivamente en la pretensión de someterlo a la justicia estadunidense”, agregó.
“Es una oportunidad para que esas situaciones dejen de pasar en silencio y no queden en la impunidad delitos que, al paso del tiempo, prescriben. Si han tenido el valor de aceptar la doble vida de su fundador, que también lo tengan para enfrentar todo tipo de denuncias”, señaló.
En ese sentido, el investigador en temas religiosos Manuel Canto Chac sostuvo que la doble vida de Marcial Maciel y el silencio institucional que mantienen los jerarcas en torno a delitos que cometen los sacerdotes, “expresa su incapacidad para adecuarse a un mundo que ya no es el mismo en el que se generaron las ideas que pretenden mantener.
“Es tradición en la jerarquía católica ocultar las cosas que expresan sus contradicciones, y podríamos decir que es una tradición de las elites en todo el mundo, particularmente en México, donde los legionarios son formadores de elites que prefieren callar las cosas antes de enfrentarlas y darles solución”, apuntó el especialista de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). “Además –señaló–, es producto de una tradición anquilosada que no ha sido capaz de reflexionar los problemas del mundo, al cual pretenden iluminar”, sentenció.
Consideró que la jerarquía tiene que atender a fondo sus problemas, “aunque no soy optimista de que ocurra como en la década de los 60, cuando oyó los reclamos del mundo. Hoy vuelve sobre sí misma, no escucha al mundo, y en el futuro, creyentes y laicos son los que tendrán que replantear la Iglesia”.
Josué Tinoco, también de la UAM, advirtió que aunque no es nuevo que los religiosos se manejen con una doble moral, el caso de Maciel “genera muchas suspicacias”, debido a que el reconocimiento y prácticamente exculpación de Roma y la Iglesia estadunidense al legionario “implican que no es sólo una situación extraña, porque debe tener de fondo muchas cosas, como el que ya no pudieron sostener la imagen de santidad que le procuraban a esa persona”, entre otras.
En entrevista, el especialista en política religiosa indicó que para fortuna de la representación católica, el caso Maciel podría no traerles una desbandada de feligreses en el país, porque la crisis económica que enfrenta la población la concitará en torno a un culto religioso, que puede ser el católico.