■ Cuadernos de viajes abarca experiencias de la narradora y académica de 1975 a 1999
Rinden homenaje a Julieta Campos con la publicación de su obra póstuma
Ampliar la imagen Julieta Campos, en imagen de 2004 Foto: José Antonio López
Ampliar la imagen Enrique González Pedrero, durante la entrevista con La Jornada Foto: Luis Humberto González
Como un homenaje a la narradora, ensayista, académica y traductora Julieta Campos (1932-2007) se presentará este jueves su obra póstuma Cuadernos de viajes.
En ese libro, publicado por Alfaguara, la autora narra sus experiencias entre 1975 y 1999 en Francia, España, Portugal, Italia, Suecia, Alemania, Rusia, Egipto, Grecia, Brasil, Venezuela, Cuba y México.
La autora de Oficio de leer, Muerte por agua, Tiene los cabellos rojizos y se llama Sabina y La forza del destino prefería los viajes largos sin guías, ni franceses ni alemanes ni sudafricanos; simplemente buscaba “un viaje al encuentro de mí misma”, escribe en sus apuntes.
Para Enrique González Pedrero –viudo de Julieta Campos, ex director del Fondo de Cultura Económica y ex gobernador de Tabasco– “la relación que existe entre una persona y los otros siempre ayuda a encontrarse a uno mismo. Soy yo y los demás también, y lo que me enseñan los otros me ayuda a entenderme y encontrarme a mí mismo”.
Campos aseguraba que los viajeros sufrían una nostalgia parecida, una misma persecución. La nostalgia de un tránsito vertiginoso hacia un “todas partes” que es “ninguna parte”.
“A Julieta –explica González Pedrero– le gustaba la parte viva de las ciudades, la gente, los restaurantes, la comida, las librerías, el paisaje urbano; todo eso que reflejaba una ciudad viva.
“El libro está lleno de reflexiones y ensayos sobre la modernidad y posmodernidad, lo que va surgiendo en la vida cotidiana. Las experiencias que permanecen en el recuerdo.”
En las páginas del volumen Campos lleva al lector de México a París, de París a Montreux, de Montreux a Delfos, de Delfos a París, de París a México, de México a La Habana, de La Habana a Tetecala, de Tetecala al mundo de Proust y de allí, otra vez a su Habana.
De su viaje a Río de Janeiro, con motivo del Congreso Internacional del PEN Club, Campos escribió: “las favelas trepan, tiñendo los lomeríos de colores pasteles, ocupando todos los cerros que vigilan a Río: nos dicen –pero no estoy segura– que es la única ciudad donde los ricos viven abajo y los pobres arriba”.
Interesada en el acontecer mundial
En entrevista con La Jornada, González Pedrero señala que los viajes que forman parte del libro “en buena medida fueron producto de la actividad profesional que ella o yo estábamos desempeñando. En varios que debí realizar ella me acompañó, aunque no siempre pude acompañarla a los suyos.
“Después de cumplir con el aspecto profesional, aprovechábamos para conocer museos, librerías, todo.”
González Pedrero enfatiza que Julieta Campos “era una mujer informada de lo que acontecía no sólo en México, sino en el mundo, y no se concretaba exclusivamente a los aspectos literarios, ya que le interesaba la vida política, la cultura, los problemas sociales; era una mujer interesada en la vida del planeta”.
El ex gobernador de Tabasco asegura que las dos ciudades que más disfrutaba con la escritora eran Nueva York y París. “Claro, en muchos de los viajes a Europa siempre pasábamos antes o después por la Ciudad Luz”.
Entre los países que Julieta Campos no pudo conocer figura China, porque el trayecto era muy largo en avión y a ella no le agradaban mucho ese transporte.
De sus travesías por el mundo, González Pedrero recuerda el primer viaje que realizaron juntos a Europa en un barco trasatlántico. “Fue fantástico, pero ahora, en la posmodernidad que hay, el correr de un lado a otro, el avión es la mejor opción”.
Cuadernos de viaje, de Julieta Campos, será presentado mañana a las 19:30 horas en el Centro Cultural Isidro Fabela, Casa del Risco (Plaza de San Jacinto 5, San Ángel). Participarán Laura Esquivel, Fabienne Bradu, Aline Pettersson y José María Pérez Gay.