■ Ordena congelamiento de los salarios de su equipo ante la crisis económica del país

Obama: gobernaré sobre las bases de la transparencia y el imperio de la ley

■ Tiene primera reunión con el Estado Mayor sobre un plan de repliegue de Irak en 16 meses

■ Ratifica el Senado a Hillary Clinton

■ Prepara plan de estímulo económico por 825 mil mdd

David Brooks (Corresponsal)

Washington, 21 de enero. Barack Obama se presentó al trabajo a las 8:35 de la mañana, entró a la Oficina Oval como presidente por primera vez, y sus primeros actos manifestaron un rompimiento frontal con el gobierno de George W. Bush.

Ordenó suspender los procesos judiciales en Guantánamo, nuevas reglas para establecer máxima transparencia y un código de ética para los integrantes de su gobierno, se comunicó con líderes de Medio Oriente sobre la crisis de Gaza, y consultó con el alto mando militar sobre un retiro de fuerzas de Irak

Primero permaneció un rato solo en la famosa oficina, antes de iniciar un intenso día de actividades dedicadas sobre todo al tema de la economía y a la seguridad nacional (término que incluye guerras y asuntos mundiales, en el curioso idioma oficial). Pero ante todo, enfatizó que desde hoy habrá un nuevo comportamiento del Poder Ejecutivo.

“El fundamento de mi gobierno será la transparencia y el imperio de la ley”, declaró ante el equipo de la Casa Blanca reunido para rendir el juramento como oficiales públicos. Con esa simple frase marcó una ruptura inmediata con el gobierno de su antecesor reconocido como uno de los gobiernos que más obró en secreto y que durante ocho años realizó sus operaciones diarias de manera semiclandestina, al acumular nuevos poderes en lo que algunos calificaron de una “presidencia imperial”.

Afirmó que sus primeras órdenes y regulaciones promoverán la máxima transparencia y rendimiento de cuentas. A la vez, ordenó un congelamiento de los salarios de su equipo de la Casa Blanca, aproximadamente unas 100 personas, y declaró que en este momento de crisis económica “las familias se aprientan el cinturón y Washington también lo debería hacer”.

“En tanto seamos los encargados de la confianza pública, nunca se nos debe olvidar que estamos aquí como servidores públicos, y eso es un privilegio. No se trata de promoverse a uno mismo. No se trata de promover a tus amigos o tus clientes empresariales. No se trata de promover una agenda ideológica o los intereses especiales de cualquier organización”, afirmó, de nuevo en clara referencia a las prácticas de los últimos ocho años y más. “El servicio público es simple, y absolutamente, sobre promover los intereses de los estadunidenses”, dijo frente a su equipo.

Así, estableció reglas para limitar el acceso de cabilderos a su gobierno, así como limitaciones en el manejo de intereses privados que anteriormente podrían haber tenido sus colaboradores.

En cuanto a la transparencia, dijo que “durante mucho tiempo ha habido demasiados secretos en esta ciudad”, en referencia al gobierno. Desde ahora, ordenó, se deberá obrar “no del lado de aquellos que desean no compartir información, sino de los que buscan que se conozca”. Por lo tanto, reiteró la Ley de Libertad de Información como un fundamento para su gobierno, y si alguna información no es presentada, se tendrá que tener una justificación constitucional, y no sólo de disposición personal, por los funcionarios en su presidencia.

Todo ello, dijo, es para rescatar la confiabilidad ante el público. “Desde donde estábamos ayer, uno no podría más que ser inspirado por la vista de estadunidenses tan lejos como llegaba el ojo”, dijo Obama al comentar sobre los casi 2 millones que llenaron el gran parque central de esta ciudad para ver su toma de posesión. “Estaban ahí porque creen que este es un momento de gran cambio en Estados Unidos, un tiempo para dar nuevo vigor a nuestra democracia y rehacer nuestro país. Nos han confiado a todos nosotros una gran responsabilidad”, subrayó.

“Estas medidas sí marcan el inicio de una nueva era de transparencia en nuestro país. Y harán, espero, algo para hacer al gobierno confiable a ojos del pueblo estadunidense, en los días, semanas, meses y años por venir”, concluyó.

Tareas inmediatas

En su primer día, el presidente Obama abordó las tareas inmediatas en la agenda. Su vocero Robert Gibbs informó que el presidente se comunicó por teléfono con cuatro mandatarios de Medio Oriente en torno al conflicto de Gaza: Ehud Olmert, de Israel; Mahmoud Abbas, de la Autoridad Nacional Palestina; Hosni Mubarak, de Egipto, y el rey Abdullah de Jordania, para expresarles su compromiso de promover la paz en la región.

Esta tarde celebró su primera reunión con el Estado Mayor Conjunto, donde entre los temas programados estaba el inicio de los trabajos sobre un plan para retirar la mayoría de las fuerzas de combate de Irak en un plazo de 16 meses.

Por otro lado, en la madrugada ya había girado órdenes para frenar de inmediato todos los juicios programados ante las comisiones militares de los detenidos en Guantánamo por un periodo de 120 días, mientras son evaluados por su gobierno. Este es un paso inicial para cumplir la promesa de Obama de cerrar el controvertido centro de detención. Se espera que tal vez esta misma semana emita una orden para iniciar el proceso de clausura donde aún permanecen más de 200 detenidos.

También sostuvo una reunión con integrantes de su equipo económico para continuar la evaluación de medidas frente la cada vez más grave crisis económica que enfrenta este país. Líderes legislativos trabajan sobre un plan de estímulo económico de, por ahora, 825 mil millones de dólares que Obama desea impulsar lo antes posible

En tanto, el Senado ratificó hoy a Hillary Clinton como secretaria de Estado, con una votación de 94 contra dos, y de inmediato comenzará labores para enfrentar todos los conflictos y asuntos pendientes, y para reparar algunos de los daños que ha sufrido la diplomacia estadunidense durante los últimos ocho años, expresaron senadores.

El día inició con el tradicional servicio ecuménico, donde Obama y su esposa Michelle; el vicepresidente Joe Biden y su esposa Jill; Bill y Hillary Clinton, entre otros, participaron en un acto encabezado por unos 20 clérigos protestantes, católicos, judíos, musulmanes e hindúes. Aquí, aún es difícil ver la supuesta línea de división entre Estado e Iglesia en las ceremonias oficiales en este país.

Fue el primer día para Obama, después de una asunción histórica que empezó desde muy temprano ayer y no acabó hasta poco después de medianoche, después de visitar 10 bailes de gala en su honor, y donde él y su esposa bailaron en cada uno.

Esta mañana, al entrar a la Oficina Oval, según su vocero Gibas, Obama permaneció unos 10 minutos a solas, y leyó un mensaje que dejó George W. Bush en un sobre marcado “A: 44, De: 43” (al presidente número 44 del número 43). Nadie sabe cuál es el texto.

El baile apenas empieza, pero ya hay música nueva.