■ La cinta, dirigida por David Finch y protagonizada por Brad Pitt, se estrena hoy
Los efectos visuales, el reto de El curioso caso de Benjamin Button, afirma Charlie Iturriaga
Ampliar la imagen Brad Pitt y Cate Blanchett, en un fotograma de la película que costó 200 millones de dólares
Hoy, con un mínimo de 200 copias, será el estreno en México de la película El curioso caso de Benjamín Button, protagonizada por Brad Pitt y Cate Blanchett, dirigida por David Fincher, que dura dos horas 45 minutos, es sumamente literaria y sumerge al espectador en la idea de que la clave de la vida para ser feliz es aprovechar cada momento con la mayor intensidad posible sin caer en anacronismos.
“Nací en circunstancias poco usuales.” Con estas palabras comienza la obra, adaptada de la historia de F. Scott Fitzgerald, de la década de 1920, sobre un hombre que nace a los 80 años.
Ubicada hacia el fin de la Primera Guerra Mundial en 1918 y hasta el siglo XXI, la cinta narra la grandiosa historia de un hombre no tan ordinario, así como de la gente y lugares que descubre a su paso, los amores que encuentra y pierde, las alegrías de la vida y las tristezas de la muerte y aquello que perdura.
Brad Pitt encarna a un personaje que nace viejo; conforme crece, se hará más viejo; se piensa que pronto morirá, pero en un momento comienza la involución; se vuelve cada vez más joven, hasta ser bebé.
Fitzgerald se inspiró en una cita de Mark Twain: “La vida sería infinitamente más feliz si uno pudiera nacer a los 80 años y, gradualmente, acercarse a los 18”.
Ambicioso proyecto acariciado durante unos 40 años
La historia de Fitzgerald fue un capricho, un hallazgo de fantasía, y hacer que cobrara vida en la pantalla se advertía como un hecho demasiado ambicioso y fantástico. El proyecto se mantuvo a flote durante unos 40 años, hasta que los productores Kathleen Kennedy y Frank Marshall decidieron realizarlo.
Durante más de una década, el proyecto intrigaba a Eric Roth, David Fincher y Brad Pitt. Para Roth, el concepto se volvió una oportunidad de observar de forma introspectiva el ancho lienzo de una vida por medio de la síntesis de momentos íntimos, experimentados cada día mediante hechos que podían ser tan enormes como una guerra mundial o tan pequeños como un beso.
Para Pitt, la única forma de interpretar al personaje era de forma completa, a cada edad, lo que suponía uno de los retos de la película. También se sentía atraído por la travesía que realiza Benjamin. “Muchos actores sopesan un papel basándose en lo que el personaje hace”, dice Fincher. “Bueno, Benjamin no ‘hace’ mucho per se, pero vive muchísimas cosas. Brad era la persona perfecta. Es el tipo de papel que sería pasivo en manos menos capaces.”
Para compartir la pantalla al lado de Pitt, Fincher eligió a Cate Blanchett. El director tenía a Blanchett en la cabeza desde que vio su interpretación en Elizabeth. En la función de prensa realizada el pasado lunes estuvo el mexicano Charlie Iturriaga, supervisor de efectos visuales en esta película, quien comentó que Pitt, ante el arduo trabajo de maquillaje y de computadora para rejuvenecerlo, bromeaba sobre el apellido Button y pronunciaba Botox.
Iturriaga expresó: “Comencé a trabajar en esta historia hace dos años y medio; fuimos seis supervisores de efectos visuales. En nuestro caso colaboramos en las secuencias de varios lugares del mundo, como Nueva Orleáns o Rusia.
“La película llevó unos ocho meses de filmación. Es muy detallada y se hizo con un alto nivel de exigencia en todos los sentidos. Este tipo de obras ya no se hace muy seguido. El curioso caso... costó 200 millones de dólares.
“El director siempre buscó crear una realidad que no distrajera a los los personajes, que todo lo que creáramos no se notara; es decir, que las composiciones fueran realistas.”
Sin elementos cursis ni fresas
Al final hay una escena en la que un colibrí aletea pegado a la ventana, mientras llueve en Nueva Orleáns. “El director no quería que hubiera elementos fresas o cursis. Esa escena fue creada totalmente en computadora.
“Tomamos una imagen filmada y se empieza a retocar. Los efectos visuales se han vuelto tan importantes que ya vienen incluidos desde el guión, para ir pensando cómo resolver tal o cual detalle.
“Se recurrió a tres actores, a los que se les puso la cara de Brad. En la computadora se usó un modelo 3D, porque es la única manera de lograr el tipo de piel exacto, así como de los ojos, y de tener el control absoluto.
–¿El Brad Pitt actual tiene muchas arrugas?
–Pues ya está, realmente, un poquito... cascado. Más que eso, tiene el envejecimiento normal de una persona de su edad. Me parece que no es una persona que ha trabajado mucho en esos detalles.
“Por medio de la computadora se suavizaron las líneas de expresión. A Brad se le hace un plieque en el párpado al momento de abrirlo, ese pliegue ha ido creciendo. Hoy, toca inclusive sus pestañas.
“Llama la atención el brillo de los ojos de Brad cuando aparece de 17 años. Es un logro. Es el brillo de los ojos de los muchachos de 15 años, parece que están pachecos, pero no: es la vida.”
El guión original tenía 170 páginas, lo cual equivalía a más de tres horas. “Hay que entender que la película trata sobre una vida completa. Hacer saltos drásticos haría que el espectador se preguntara qué pasó aquí. Por eso dura dos horas 45 minutos. Jurassic Park tuvo 14 efectos visuales; ésta tiene mil 400. Los creadores no hablan sobre la posible postulación al Óscar, pero lo trascendente es el reconocimiento a un trabajo de conjunto y ver a la gente conmovida”, añadió Charlie Iturriaga.