■ Informe del Comando Conjunto de Fuerzas ubica al país entre los estados débiles y fracasados
Colapso rápido y repentino en México, de los mayores riesgos a futuro, alertan en EU
■ Presión del narco sobre gobierno y policía, de mayor importancia para la seguridad nacional, señala
Nueva York, 15 de enero. Entre los peligros mundiales a futuro más preocupantes está el “colapso rápido y repentino de Pakistán y México”, advierte un informe elaborado por el Comando Conjunto de las Fuerzas de Estados Unidos, dedicado a ofrecer una visión de los problemas estratégicos en los próximos 25 años.
En su sección de estados débiles y fracasados, el documento señala que aunque la mayoría están en África y partes de Asia, se debe tomar en consideración el “fenómeno del ‘colapso rápido’”, que se produce de manera sorprendente, y señala el caso de Yugoslavia como ejemplo. El informe, preparado para los altos mandos militares y encargados de la “toma de decisiones” civiles en asuntos de seguridad nacional, afirma que “en términos de escenarios del peor caso para las Fuerzas Conjuntas, y de hecho para el mundo, dos estados grandes e importantes merecen consideración (ante la posibilidad) de un colapso rápido y repentino: Pakistán y México”.
En el caso de México, comparado con el de Pakistán, los autores señalan que se podría considerar “menos probable, pero el gobierno, sus políticos, la policía y la infraestructura judicial están todos bajo asalto y presionados de manera sostenida por bandas criminales y cárteles de la droga”.
Subraya que “el resultado de ese conflicto interno a lo largo de los próximos años “tendrá un impacto mayor sobre la estabilidad del Estado mexicano. Cualquier descenso de México al caos demandará una respuesta estadunidense basada únicamente en las serias implicaciones para la seguridad de la patria (de Estados Unidos)”.
E insiste: “el creciente asalto de los cárteles de drogas y sus hampones sobre el gobierno mexicano durante los años pasados recuerda que un México inestable podría representar un problema de seguridad de proporciones inmensas para Estados Unidos”.
América Latina
En torno a la región, el informe señala que “los problemas militares que surjan en Sudamérica y Centroamérica probablemente provendrán del interior (de cada país)”, y menciona en particular los cárteles de la droga y bandas criminales, “mientras que organizaciones terroristas continuarán encontrando una sede en algunas de las áreas fronterizas del continente que están fuera de la ley”.
Indica que “la mejoría de la situación económica de Sudamérica sugiere que la región podría estar en mejores condiciones para abordar esos problemas”. Así, “Brasil en particular parece estar sobre un curso que podría hacerlo un jugador mayor entre las grandes potencias para la década de 2030”, aunque también Chile, Argentina y Perú, y posiblemente Colombia, gozarán de crecimiento sostenido si mantienen “sus prudentes políticas económicas”.
Señala que “los mayores desafíos potenciales al status quo actual” son Cuba y Venezuela. Explica que “el fallecimiento de los Castro creará la posibilidad de cambios mayores en la política de la isla. El futuro de Venezuela es más difícil de leer. El régimen de Chávez está desviando montos sustanciales de sus ingresos petroleros para promover su ‘revolución bolivariana’ antiestadunidense y a la vez está consolidando el control del poder del régimen al distribuir riqueza petrolera a sus simpatizantes. Al intentar hacer ambas cosas está restando inversiones en su infraestructura petrolera, lo cual tiene serias implicaciones para el futuro”.
Advierte que “a menos que el régimen actual cambie de dirección, podría usar su riqueza petrolera para subvertir a sus vecinos por un periodo extendido mientras promueve actividades antiestadunidenses a escala global con naciones como Irán, Rusia y China, creando en consecuencia oportunidades para formar coaliciones antiestadunidenses en la zona”.
Considera que “un serio impedimento al crecimiento en América Latina está en el poder de bandas criminales y cárteles de la droga de corromper, distorsionar y dañar el potencial de la región”.
Migración
En la sección dedicada a cambios demográficos en el mundo, el informe señala que para la década de 2030 la población estadunidense se incrementará hasta alcanzar aproximadamente 355 millones. “Este crecimiento resultará no sólo de nacimientos en las familias estadunidenses, sino también de una continuación de la inmigración, especialmente de México y el Caribe, lo cual llevará a aumentos mayores en la población hispana de Estados Unidos. Para 2030, por lo menos 15 por ciento de la población de cada estado (de la Unión) será hispana en origen; en algunos estados alcanzará más de 50 por ciento. Lo efectivos que sean los estadunidenses en asimilar estos nuevos inmigrantes a la política y cultura de la nación jugará un papel central en las perspectivas del país”.
El informe Junta operativa ambiental 2008 (JOE, por sus siglas en inglés) fue emitido en diciembre pasado por el Comando Conjunto de Fuerzas de Estados Unidos, y su propósito es intentar describir “el ambiente operacional futuro y sus implicaciones” para las fuerzas armadas convencionales de este país. El informe es para uso de los encargados de la toma de decisiones tanto militares como civiles y se propone generar un amplio diálogo sobre la naturaleza de los desafíos militares y de seguridad nacional del país y sus posibles requisitos militares.
Esfuerzo por discernir retos
El JOE “es nuestro esfuerzo históricamente informado y con vistas hacia delante para discernir de la manera más precisa los retos que enfrentaremos al nivel operativo de guerra, y determinar sus implicaciones inherentes. Reconocemos que el ambiente del futuro no será precisamente el que describimos. Sin embargo, estamos bastante confiados en que el rigor de este informe puede guiar el desarrollo de conceptos para el futuro”, escribe en la introducción el general J.N. Mattis, comandante del comando conjunto.
Dicho organismo es uno de los nueve comandos del Departamento de Defensa. Su sede está en Norfolk, Virginia, y tiene bajo su responsabilidad una fuerza de más de 1.16 millones (incluso civiles) de todas las ramas de las fuerzas armadas del país.