■ Las críticas esconden la pretensión de arrinconar a la Iglesia al ámbito privado, dicen
Legítimo, que el Presidente exprese públicamente sus creencias: obispos
■ Defienden también el derecho de ministros de culto para opinar libremente sobre asuntos públicos
Al salir en defensa del presidente Felipe Calderón Hinojosa y de su discurso en la inauguración del sexto Encuentro Mundial de las Familias, la jerarquía católica señaló que las críticas al jefe del Ejecutivo esconden la pretensión de grupos y sectores sociales de “arrinconar” nuevamente a la Iglesia católica en el ámbito privado, lo cual es una muestra de resabios y prejuicios laicisistas del siglo XIX.
Inclusive, varios obispos postularon no sólo el legítimo derecho que tiene el Presidente de la República de expresar públicamente su fe, sino también el que asiste a los ministros de culto para poder expresar abiertamente sus opiniones respecto de asuntos públicos.
Aunque con matices, los obispos de Nezahualcóyotl, Carlos Garfias Merlos; Mario Espinosa Contreras, de Mazatlán; Raúl Vera López, de Saltillo, y el vocero del Encuentro Mundial de las Familias, sección México, presbítero José de Jesús Aguilar Valdés, apoyaron las expresiones del presidente Calderón, que “aunque se refirió a asuntos personales, lo hizo de manera respetuosa para el resto de las iglesias y personas que profesan otra fe, dentro del marco de la ley”.
En este sentido, Vera López señaló que Calderón se refirió primero a las familias no clásicas, con niños en condición de calle y familias encabezadas por mujeres; esa es una realidad presente en México y en muchos otros países. Sin embargo, el mismo obispo cuestionó que el michoacano utilizara el foro internacional para “casi casi dar un informe de gobierno”, lo cual estuvo “fuera de contexto” en un ambiente internacional.
Pero aun así, aseguró que el presidente Calderón ejerció el derecho a la libre expresión. “Una persona no tiene por qué ocultar su conciencia; estamos en un ambiente plural. Y ese mismo derecho debe ser reconocido a los sacerdotes y ministros de culto, de poder opinar libremente de asuntos públicos”, dijo el prelado. Además es evidente, agregó, que el Estado laico no fue violentado, y las críticas sólo esconden la intención de “arrinconar” a la Iglesia al ámbito privado.
La víspera, el presidente Felipe Calderón asistió a la inauguración del sexto Encuentro Mundial de las Familias, donde hizo referencias a su formación escolar por religiosos, y defendió, mejor que los propios jerarcas que lo acompañaron en el presídium, el fortalecimiento de la familia, además de que atribuyó la falta de valores familiares del crecimiento de la delincuencia y la inseguridad.
“Resabios y prejuicios”
Por su parte, Aguilar Valdés, uno de los voceros del encuentro, consideró que las críticas se debieron esencialmente al desconocimiento del contexto en que se dieron, donde fueron separadas expresiones personales del Presidente del discurso oficial. “Creo que estos grupos no podrán ser factor de crecimiento, unidad y desarrollo en esta crisis que se nos presenta”, dijo.
Espinosa Contreras, de Mazatlán, lamentó que “resabios y prejuicios” del siglo XIX todavía se hagan presentes en este siglo XXI. Recordó que en otros países, como en el caso de Cuba, los mandatarios se han hecho presentes en celebraciones religiosas, y no por eso se rompe el Estado laico.
Dijo que la fe sólo tiene sentido si se practica en la vida cotidiana del ser humano, “pero tampoco significa que estemos rezando todo el día y en todas partes, sino ser congruentes en la conducta y en las obras”.
Garfias Merlos, obispo de Nezahualcóyotl y miembro de la Comisión de Pastoral Social del Episcopado, no sólo abogó por el derecho del Presidente a expresar su fe en público y citar su formación religiosa, sino también defendió el derecho de los sacerdotes y ministros de culto a expresarse sobre cosas públicas, desde una perspectiva del bien común.