■ 15 pilotos abandonaron etapa del Rally
El motociclista Guerrero está en coma inducido
Copiapó, Chile, 13 de enero. La décima etapa del Rally Dakar terminó nuevamente en Chile con el liderato de los españoles Carlos Sainz, en autos, y Marc Coma, en motos, pero con la sombra de una nueva muerte en ciernes, producto del grave accidente del motociclista Cristóbal Guerrero, quien permanece en coma inducido.
El temido trazado por el desierto de Atacama, con sus dunas de mil metros de altura, fue tan duro como todos esperaban y amenaza con elevar a cuatro los decesos en el torneo de este año.
Antes ya falleció el francés Pascal Terry, en territorio argentino, y otras dos personas murieron en Chile en un choque fuera de competencia con un camión proveedor de la prueba.
Guerrero quedó agónico hoy, con fracturas graves múltiples, incluido un traumatismo cráneoencefálico. “Dios quiera que termine este primer Dakar”, dijo el debutante antes de partir ilusionado desde Buenos Aires el 3 de enero.
Por su parte, el héroe local Francisco López cayó deshidratado en ruta y llegó en estado límite a la meta, donde nuevamente se desvaneció. Los médicos que lo atendieron decidirán su futuro en el rally, donde marcha octavo, en motos.
Además, 15 pilotos abandonaron en la etapa de este martes y la mayoría de los líderes se extraviaron rumbo a la meta.
Los 476 kilómetros de la etapa especial, que inicialmente iba a ser de 666, partieron con problemas desde el principio, como un augurio de lo que ofrecería el desierto más seco del mundo.
Una intensa neblina demoró dos horas y media la partida desde Copiapó, ciudad de largada y meta, lo que obligó a los pilotos a correr cuando el sol arreciaba.