■ Roberto Gallegos fue parte del grupo de especialistas que paró el proyecto de los años 90
“El sitio de Teotihuacán no necesita publicidad, sino conservación”
■ En esa época el espectáculo dejó de ser redituable por los altos costos que generaba, recordó
■ El sindicato del INAH solicitará a diputados que promuevan un amparo para detener las obras
Ampliar la imagen Ayer, un grupo de trabajadores continuó con los trabajos frente a los visitantes Foto: Javier Salinas Cesáreo
Teotihuacán, Méx., 11 de enero. El espectáculo de luz y sonido que se planeó en la década de los años 90 fue cancelado para detener el grave deterioro que ocasionaba a la zona arqueológica de Teotihuacán, y porque ya no era redituable; ahora, revivir el proyecto y dañar gravemente las pirámides va en contra del sentido común, aseveró el investigador Roberto Gallegos Ruiz, director de la zona arqueológica de Teotihuacán en ésa década, quien, entre otros, determinó suspender definitivamente el proyecto.
“Los sitios arqueológicos en México no necesitan publicidad, sino conservación. Quien viene a Teotihuacán no necesita ver un espectáculo de luz y sonido, ni quien va al Tajín o a Uxmal; sólo es un espectáculo accesorio.”
Con 51 años en el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Gallegos Ruiz ha dedicado gran parte de sus investigaciones a la conservación de monumentos arqueológicos, además fue el descubridor de la tumba de Zaachila.
Narró que a principios de los años 90, cuando se desempeñaba como director de la zona arqueológica, se decidió no permitir más el espectáculo de luz y sonido en Teotihuacán para frenar el daño que se estaba causando.
“No se puede montar un espectáculo como éstos sin afectar los monumentos y sitios arqueológicos. En aquella época desconectamos cables, porque la consigna era ya no permitir que avanzara el deterioro en la zona arqueológica.”
Explicó que en la última etapa del espectáculo ya no acudía público y no era financieramente redituable. “Un espectáculo como éste tiene altos costos de luz y mantenimiento, que en esa época no podían ser costeables.”
Roberto Gallegos formó parte del grupo de especialistas que en días pasados realizó un recorrido para constatar y cuantificar los daños causados a las pirámides del Sol y la Luna por el montaje de las estructuras metálicas, la colocación de taquetes y tornillos, y la luminaria para el espectáculo multimedia de luz y sonido Resplandor teotihuacano.
Consideró inadmisible el proyecto multimedia que pretende hacerse, por los daños que ha causado a las pirámides.
“Es algo fuera de toda razón lógica, contra el sentido común; el proyecto es inadmisible, es un retroceso en la conservación de la zona”, opinó.
Definen acciones por seguir
Por otra parte, el sábado la dirigencia nacional de los trabajadores sindicalizados del INAH se reunió en la zona arqueológica de Teotihuacán para celebrar una asamblea y definir las acciones a seguir contra el proyecto multimedia de luz y sonido Resplandor teotihuacano.
Encabezada por José Enrique Vidal Dzul, secretario general del Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato de Trabajadores del INAH, la dirigencia consideró “aberrante” el daño que se ha causado a las pirámides del Sol y la Luna con la colocación de las estructuras metálicas, los tornillos y las luminarias.
“Es inadmisible lo que las autoridades han permitido con este proyecto; inclusive se jactan de no contar con permisos.”
Durante la reunión se propusieron movilizaciones, foros y protestas, cuyas fechas quedaron por definir.
Vidal Dzul informó que solicitarán a la comisión de diputados federales, que la próxima semana visitará la zona arqueológica para constatar los daños, causados promover un amparo para detener cuanto antes las obras.
“Pediremos a los legisladores que se abran las denuncias para proceder contra los causantes del daño, encabezados por el director general del INAH, Alfonso de Maria y Campos.”
Mientras tanto, los trabajadores encargados del montaje de las estructuras, luminarias y cableado continuaron sus labores sin impedimentos; incluso subían y bajaban de las pirámides por lugares no permitidos para el público, sin restricciones. “Sólo seguimos órdenes”, se excusaron.
“Es un verdadero atentado”
Miles de visitantes acudieron este domingo a la zona arqueológica de Teotihuacán; para la mayoría no pasaron inadvertidas las estructuras metálicas, el cablerío y las luminarias que han sido colocadas en las pirámides del Sol y la Luna.
“Esto es un verdadero atentado contra el patrimonio”, dijo Saúl Rodríguez, uno de los visitantes, que observaba a un grupo de trabajadores mientras hacía las labores, incluso este día, en la parte baja de la pirámide del Sol.
Durante este domingo, de manera extraordinaria por ser día no laboral, un grupo de trabajadores de la empresa Mario Alberto Gómez y Compañía SA de CV –como indicaba su gafete– desmontó los rieles metálicos en la parte baja lateral de la pirámide del Sol. Los trabajadores sacaron sus taladros y una planta de luz, pero en esta ocasión para retirar el riel.
En un tramo de unos 200 metros laboraron durante el día en el lugar donde llevarán a cabo “las pruebas”, que a decir de las autoridades de la zona arqueológica se realizan como modificación al proyecto original para la sustitución del material de aluminio.
En entrevista con La Jornada, el dirigente sindical del sitio arqueológico y secretario general de la sección cinco del Sindicato Nacional de Trabajadores del INAH (SNTINAH), Lázaro Salvador Moreno Rivera, denunció que para el desarrollo del proyecto multimedia Resplandor teotihuacano, mediante el cual se colocaron taquetes y tornillos perforando las piedras de las pirámides, las autoridades de la zona de Teotihuacán utilizaron “custodios a modo”, que sólo cumplieron, “algunas veces”, con el requisito de estar presentes en los trabajos, sin decir nada, a pesar de que se causaba grave daño a las estructuras piramidales.
“Custodios a modo”
Para acceder a la zona arqueológica de Teotihuacán para realizar videofilmaciones profesionales o comerciales, visitar áreas restringidas o para cualquier proyecto, un requisito fundamental es contar con un custodio que se encargue de vigilar que no se destruya o dañe el patrimonio arqueológico.
Sin embargo, es sabido entre los trabajadores sindicalizados de la zona que se encargan de ésta y otras labores que existen “custodios a modo”; es decir, que sólo prestan su nombre o presencia para cumplir con el requisito o avalar algún proyecto. El caso del proyecto Resplandor teotihuacano ha desatado una serie de señalamientos de corrupción en la zona arqueológica.
Moreno Rivera explicó que durante el inicio del proyecto las autoridades de la zona ofrecieron a los dirigentes del sindicato que sirvieran de custodios; sin embargo, se negaron, porque significaba avalar un proyecto totalmente “aberrante”, que causaría daños a las pirámides.
Entonces, añadió, las autoridades de la zona arqueológica utilizaron a un grupo de “custodios a modo”, trabajadores de la zona, encabezados por Humberto Ramírez, “que se han caracterizado por venderse al mejor postor”, y que son conocidos como Grupo de Organización Nacional ATMINAH.
“A cada custodio que quisiera participar para avalar el proyecto la autoridad le pagó 80 pesos por hora. Inclusive trabajaron horas extras y días no laborales.
“Un custodio, como su nombre lo dice, sólo ciuda que no se dañe el patrimonio, no está calificado oficialmente, no es un experto; pero aun así se cuenta con ese requisito”, dijo Moreno.