■ En México ocupa el segundo lugar entre los trastornos mentales, sólo después de la depresión
Desarrolla la UNAM software de alta precisión para medir niveles de ansiedad
■ Se han realizado estudios en pacientes oncológicos para conocer qué tanto se alteran por su afección
Investigadores de la UNAM diseñaron un software para medir con precisión los niveles de ansiedad e incertidumbre, sean generales o específicos hacia ciertos temas, como la muerte, u otros que tienen que ver con el consumo de drogas, violencia familiar o algún problema de salud crónico degenerativo.
Actualmente en el país los trastornos de ansiedad, como la fobia, ocupan el segundo lugar entre las perturbaciones mentales, sólo después de la depresión; entre dos y siete millones de personas la pueden padecer. Además, de cada 100 pacientes, seis son atendidos por temores irracionales en los servicios de Siquiatría del Instituto Mexicano del Seguro Social.
En un comunicado, la máxima casa de estudios señala que la fobia social es el tipo más común de estos padecimientos, y se estima que la sufren hasta 13 millones de personas. Se le asocia con la ausencia de apoyo social, menor nivel educacional y bajos ingresos económicos; su relación con la ansiedad se determina por el grado que genera de crisis de angustia o ataques de pánico.
Los trastornos del comportamiento no sólo atacan a un sector enfermo de la población, sino también alcanzan a niños, adolescentes, mujeres y hombres, y la ansiedad es la principal, pues entre 22 y 34 por ciento de quienes solicitan atención siquiátrica lo hacen aquejados por ese mal.
María del Rocío Hernández Pozo, académica de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, explicó que el software permite medir, mediante el paradigma emocional de Stroop (prueba discriminativa a través de la computadora personal, que se realiza sin que se dé cuenta el sujeto), qué tan preocupado está el paciente por determinadas cuestiones.
Se han realizado estudios en hospitales de tercer nivel en personas con padecimientos oncológicos, a quienes se les han aplicado pruebas específicas, para saber qué tanto se inquietan por su afección. Para ello, se utilizan palabras asociadas que pueden tener carga positiva, negativa o neutra, recalcó.
Con ellas es posible detectar, con un alto grado de exactitud y sin que los afectados se enteren, por los tiempos de reacción y el número de errores que cometen, qué tanto se deteriora su ejecución por estar inquietos, puntualizó la encargada del Laboratorio de Conducta Humana Compleja, adscrito al Proyecto de Investigación sobre Aprendizaje Humano de la UNAM.