■ Hay quienes aseguran leer 50 libros al año; otros, sólo la síntesis
Discrepan legisladores del Distrito Federal sobre sus hábitos de lectura
Promotores de la Ley de Fomento a la Lectura para el Distrito Federal, los diputados locales hablan de sus hábitos de lectura, y los hay desde los que aseguran leer 50 libros al año, hasta quienes argumentan falta de tiempo para ello, y por ende lo único que repasan es la síntesis informativa de la Asamblea Legislativa y las iniciativas de ley que generan o que les llegan para dictaminar.
Un sondeo realizado entre los legisladores de esta ciudad reveló que muchos tienen el hábito de la lectura, aunque han visto reducidas sus horas para dedicarse a esto a partir de que son representantes populares.
Ricardo Benito Antonio León, del PRD, reconoce leer “poco”, y que a la fecha al único texto al que le dedica más tiempo “son los estatutos del partido”, y lo último que leyó fue el Código Financiero del DF. Aunque asegura que ya leyó El Quijote de la Mancha, en su “versión larga”.
Su opuesto lo constituye el coordinador del Panal, Xiuh Guillermo Tenorio, quien, entre otros, gusta de la novela histórica. Hoy lee Aureliano Urrutia: del crimen político al exilio, personaje que fuera secretario de Gobernación de Victoriano Huerta y quien le cortó la lengua al senador Belisario Domínguez, así como Ulises Criollo, de José Vasconcelos.
El panista Jorge Romero asegura: “yo leo bastantito, como unos 50 libros al año”, sumando, claro, libros técnicos que son parte de su maestría. También gusta de la novela histórica, y cita: El seductor de la patria, de Enrique Serna, o La otra historia de México, Juárez y Maximiliano. La roca y el ensueño, de Catón.
Su compañera de fracción Carmen Segura señala que le mueve más la parte política, por lo que poco lee más allá de libros especializados en esta materia. Asegura que está leyendo uno que le recomendaron ¿Por qué los hombres aman a las..? Y hasta ahí llega, no se atreve a mencionar la última palabra: cabronas.
Juan Bustos, del PRD, lee regularmente. No tiene el hábito, de ahí que para citar al autor de Los grandes iniciados no recuerda al autor, ni al de Los trastornos de la mente. A lo que sí dedica mayor tiempo es a la síntesis informativa de la ALDF.
Otros diputados que a pesar de su responsabilidad tienen tiempo para leer son Rebeca Parada, del Panal, quien lee dos al mes, la mayoría de índole histórica; Enrique Vargas, del PRD, quien recomienda para estas fechas El perfume, de Patrick Süskind y La sombra del caudillo, de Martín Luis Guzmán; Sergio Miguel Cedillo, del PRD, que cierra el año con 30 libros leídos, al igual que Leonardo Álvarez Romo, del Partido Verde.