■ Para los zapatistas, “un ejército profesional está asesinando a una población indefensa”
La embestida de Israel contra Gaza, “clásica” guerra de conquista: Marcos
San Cristóbal de las Casas, Chis. 4 de enero. Para los zapatistas, en Gaza hay “un ejército profesional asesinando a una población indefensa”, dijo hoy el subcomandante Marcos al dedicar una intervención fuera de programa a la nueva guerra en curso.
El penúltimo día del Festival Mundial de la Digna Rabia fue copado por la indignación ante el ataque contra Palestina y la represión en Oaxaca, que pocas horas antes se había reiterado con la aprehensión de 20 personas que participaban en una protesta pacífica contra la invasión en Gaza ante el consulado estadunidense.
En las primeras horas de este domingo centenares de participantes en el festival, que se realiza en las afueras de San Cristóbal, más allá de los suburbios indígenas de La Hormiga, llegaron al centro para protestar contra la invasión y demandar la liberación de los presos de la APPO. Al menos esto último se logró la noche de ayer. La inusitada marcha con antorchas, que salió de la Universidad de la Tierra, hizo que los hoteles cerraran sus puertas y algunos coletos recordaran la primera madrugada de 1994.
Por la tarde, Marcos describiría: “No muy lejos de aquí, en un lugar llamado Gaza, un ejército fuertemente armado y entrenado, el del gobierno de Israel, continúa su avance de muerte y destrucción”. Una guerra “clásica” de conquista. “Primero un bombardeo masivo para destruir puntos militares neurálgicos y ablandar las fortificaciones de resistencia.” Recordó que el viernes, “el mismo día que nuestra palabra se refirió a la violencia”, Condoleezza Rice declaró que lo que pasa en Gaza era “culpa de los palestinos, por su naturaleza violenta”.
Describió que sigue “el férreo control sobre lo que se escuche y vea” en el mundo, “externo al teatro de operaciones”, y “fuego intenso de artillería sobre la infantería enemiga para proteger el avance de las tropas. Después el cerco y sitio a la guarnición, y el asalto que conquiste la posición aniquilando al enemigo”.
Según las fotos de agencias, añadió, “los ‘puntos neurálgicos’ destruidos por la aviación israelí son casas habitación, chozas y edificios civiles”. Entonces, “pensamos que o los artilleros tienen mala puntería o no existen tales puntos. No tenemos el honor de conocer Palestina, pero suponemos que en esas casas, chozas y edificios habita o habitaba gente, hombres, mujeres, niños y ancianos, y no soldados”.
Tal vez, opinó, “para el gobierno de Israel esos hombres, mujeres, niños y ancianos son soldados enemigos, y las chozas, casas y edificios donde habitan son cuarteles que hay que destruir. Seguramente los fuegos de artillería que esta madrugada caían sobre Gaza eran para proteger de esos hombres, mujeres, niños y ancianos el avance de la infantería de Israel, y la guarnición enemiga a la que quieren debilitar no es otra cosa que la población palestina que ahí vive, y que el asalto buscará aniquilar”.
Con voz quebrada expresó: “¿Detienen alguna bomba nuestros gritos? ¿Nuestra palabra salva la vida de algún niño palestino? Pensamos que sí. Tal vez no detengamos una bomba, ni nuestra palabra se convierta en un escudo blindado”, pero posiblemente logre unirse a otras y “se convierta en murmullo, luego en voz alta y después en un grito que escuchen en Gaza. Nosotros y nosotras, zapatistas del EZLN, sabemos lo importante que es, en medio de la destrucción y la muerte, escuchar palabras de aliento”.
Por lo demás, según el análisis de Marcos, “el gobierno de Israel declarará que propinó un severo golpe al terrorismo, ocultará a su pueblo la magnitud de la masacre y los productores de armamento habrán obtenido un respiro económico”.
El pueblo palestino va a resistir, sobrevivir y seguir luchando, confió el vocero zapatista. “Tal vez un niño o una niña de Gaza sobrevivan y crezcan, y con ellos crezcan el coraje, la indignación, la rabia; tal vez se hagan soldados o milicianos, tal vez se enfrenten a Israel, y entonces allá arriba escribirán sobre la naturaleza violenta de los palestinos, harán declaraciones condenando esa violencia, y se volverá a discutir sobre si sionismo o antisemitismo. Nadie preguntará quién sembró lo que cosecha”.
“Tercer viento: un digno y rabioso color de la tierra”, del EZLN.