■ Comienza en Brasil la cumbre de América Latina y el Caribe; asisten 33 gobernantes
Solicita Raúl Castro la integración de un grupo en la ONU sin las potencias
■ “No saldremos de esta crisis actuando solos”, advierte Lula; “respeto”, pide Hugo Chávez a Obama
■ Exige Michelle Bachelet la formulación de una nueva arquitectura financiera “más democrática”
Ampliar la imagen Mandatarios asistentes a la Primera Cumbre de América Latina y el Caribe posan para la fotografía oficial Foto: Reuters
Costa do Sauipe, Brasil, 16 de diciembre. Definida como histórica, la primera cumbre que reúne a 33 gobernantes de América Latina y el Caribe comenzó con un llamado del presidente anfitrión, Luiz Inacio Lula da Silva, a no alimentar ilusiones.“No saldremos de esta crisis actuando solos” dijo, mientras el presidente de Cuba, Raúl Castro, tuvo una intervención inédita para demandar que se integre un Grupo de los 192 en el seno de Naciones Unidas en vez de los grupos de potencias.
Preocupados por la grave crisis económica que amenaza la estabilidad de sus economías, los asistentes a la Primera Cumbre de América Latina y el Caribe, la mayoría de ellos de izquierda, coincidieron –por lo menos en los discursos– en hacer a un lado credos y posiciones ideológicas para enfrentar unidos esta etapa turbulenta, como advirtió Castro.
El venezolano Hugo Chávez se adelantó a la posible integración de un nuevo grupo y lo bautizó irónicamente como “OEALCA, para rendir honor al ALCA, que en paz descanse”.
De hecho, el presidente de República Dominicana, Leonel Fernández, fue el encargado de calcular el costo de la crisis, “60 trillones de dólares”, y su tiempo de duración. La visión más optimista señala que en el segundo semestre comenzará la reactivación económica, pero si está contaminada por créditos no pagados, advirtió, “durará 10 o 15 años”.
En un lujoso complejo turístico ubicado en Salvador de Bahía, cuyos accesos carreteros fueron vigilados por soldados a bordo de tanquetas, los gobernantes de la región se reunieron por primera vez sin la participación de Estados Unidos, España o Portugal.
No sólo se reunieron “sin la tutela” de esos países, sino que incluso en el transcurso de la conferencia se dieron tiempo para bromear con el “zapatazo” que recibió el mandatario de Estados Unidos, George W. Bush, de parte de un periodista iraquí.
Sonriente, Chávez prometió acortar su discurso después de la “amenaza” de Lula de lanzarle el calzado de su canciller, Celso Amorim, que podía lesionar a alguien porque es del número 48.
A propósito de este novedoso encuentro, Chávez recordó en entrevista que “una vez Fidel Castro dijo que la Organización de Estados Americano era como el ministerio de colonias de Estados Unidos. Hacía lo que le daba la gana. Se acabo ese tiempo y ahora que viene un nuevo presidente (Barack Obama) es propicio que desde el sur hablemos con nuestra propia voz y pidamos respeto al nuevo gobierno”.
Es la primera vez que América Latina y el Caribe unen sus voces, se congratuló el presidente anfitrión en la apertura de los trabajos, pero advirtió que debían hacerlo “sin enfrentamientos”.
El brasileño marcó la pauta de las discusiones al criticar la “irresponsabilidad de aventureros” que llevaron la economía a un precipicio bajo la mirada complaciente de naciones que buscaron tutelar a los países en desarrollo. Reclamó que todos asuman su papel de “protagonistas y no de sencillos espectadores” para encontrar una salida a la crisis.
En su primera participación en una cumbre desde que asumió el poder en lugar de su hermano Fidel, Raúl Castro celebró la creación de este foro “sin exclusiones” y planteó que el momento es propicio para proponer un paradigma de integración regional que rebase las diferencias para cumplir los anhelos de 550 millones de personas que viven desde el río Bravo a la Patagonia.
“No se trata de credos e ideologías, sino de reconocimiento consciente del agotamiento de un modelo económico que sólo el Estado con la participación de la sociedad puede rectificar”, advirtió en un discurso donde además remarcó que la isla ha fortalecido sus relaciones con varios países.
Antes de que se declarara esta crisis económica, recordó que los pueblos de la región habían acumulado experiencia histórica de explotación y el subdesarrollo expresados en la desigualdad del ingreso, injusticia social y hambre.
Como en la Cumbre Iberoamericana, se escucharon las mismas demandas para que se formule una nueva arquitectura financiera internacional “más democrática”, como expuso la presidenta chilena Michelle Bachelet.
Fernández expuso que como asamblea unida “debemos exigir a las autoridades financieras internacionales que nos digan exactamente la naturaleza de la crisis”.
Del listado de propuestas, Chávez incluyó una para crear reservas monetarias con aportaciones de todos los países, “porque Leonel (Fernández) dijo que la crisis sólo tiene soluciones regionales No esperemos nada, sino de nosotros mismos”. Este miércoles serán aprobadas esas soluciones.