■ Copándaro acusa a Zirahuén de “detener el progreso”; ésta exige estudios de impacto ambiental
Proyecto de circuito vial enfrenta a dos comunidades de Michoacán
■ Defenderemos lo que está cada día más cerca de ser botín de la especulación inmobiliaria, inversionistas turísticos trasnacionales y latifundistas del ramo aguacatero, dice comisariado
Ampliar la imagen Parte del camino que se construye a orillas de lago Zirahuén, el más conservado del estado de Michoacán Foto: Iván Sánchez / La Jornada Michoacán
Ampliar la imagen El líder comunero Marcos Paz Calvillo, derecha, quien desde hace más de 30 años ha defendido al lago Zirahuén, en Michoacán, ha sido víctima de amenazas. En la imagen, durante una asamblea
Zirahuén, municipio de Salvador Escalante, Mich., 22 de noviembre. El proyecto de construcción de un circuito vial que rodee el lago Zirahuén –el más conservado del estado– tiene enfrentados a los comuneros de Copándaro y Zirahuén debido a que aquéllos acusan a los segundos de “detener el progreso” y éstos demandan al gobierno del estado presentar un estudio de impacto ambiental y el proyecto ejecutivo, pues, argumentan, en los hechos sólo beneficiará a los empresarios que son dueños de complejos turísticos en la zona.
Los primeros días de noviembre comenzaron a arribar camiones que trasportaban grava para los trabajos de asfaltado, sin tener el consentimiento de la comunidad –como estipulan los convenios de la Organización de las Naciones Unidas, de la Organización Internacional del Trabajo y la propia Constitución– pero los comuneros les cerraron el paso y desde entonces tienen bloqueada la brecha.
El nivel de conflicto es tal que la subsecretaria de Gobierno, Susana Esquivel, y el director de Gobernación, Pável Hernández, se trasladaron hasta aquí para tratar de tranquilizar los ánimos, sobre todo de los comuneros de Copándaro, quienes han amenazado a los de Zirahuén, específicamente a Marcos Paz Calvillo, quien desde hace más de 30 años ha defendido al lago.
Los habitantes de Zirahuén y Copándaro, entre otras comunidades, fueron convocados ayer viernes por Pável Hernández para tratar de conciliar con el cabildo de Salvador Escalante, cuyo edil, el panista Arturo Ramírez Pureco, es el principal promotor del circuito y quien lo impulsó ante diputados federales michoacanos.
La obra, proyectada en dos etapas, se prevé que sea licitada por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes; está planeada para rodear el lago y tendría una inversión de más de 40 millones de pesos, de los cuales 14 se pretende ejercer este año para construir el primer tramo de cuatro kilómetros que llegaría a Copándaro, recursos que están en riesgo de “perderse” si no se inicia la obra, señala Ramírez Pureco.
Bulmaro Cuiriz Hurtado, presidente del comisariado de bienes ejidales de Zirahuén, enfatizó que la comunidad indígena no se opone a la construcción, sino busca que la obra sea operada por las comunidades que rodean al lago para su beneficio, pues el proyecto sólo contempla mejoras para los accesos a los complejos turísticos que ostenta el empresario Guillermo Arreola Estrada.
Para los comuneros, Arreola Estrada es prestanombres de la Organización Ramírez –principales empresarios de salas de cine en el país–, la cual habría adquirido tierras comunales sin autorización de los habitantes.
“Existen sospechas –dicen–, de que también representa a inversionistas de Francia, Japón, Canadá y Estados Unidos, que estarían financiando el proyecto y que zopilotean desde hace años para apoderarse del lago”.
Cuiriz Hurtado dijo que el proyecto que presentó la Secretaría de Urbanismo y Medio Ambiente del gobierno del estado para convencer a los comuneros hablaba de “crear miles de empleos, pero nunca de preservar y conservar al lago”, por lo que demandó un estudio de impacto ambiental más profundo.
Se trata, entonces, de defender lo que está cada día más cerca de convertirse en botín de la especulación inmobiliaria, los inversionistas turísticos de capital trasnacional y los latifundistas del ramo aguacatero.
Inclusive, señaló, la carretera se encuentra contemplada en los convenios de coordinación y reasignación de recursos para consolidar la ruta Don Vasco.
Talan pinos para campo de golf
Un estudio de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo destaca que Arreola Estrada trata de talar 26 hectáreas de pino para establecer un campo de golf, una pista para avionetas o una huerta.
El alcalde panista impulsa además una norma local para aprobar el cambio de uso de suelo para incrementar el valor de la tierra, pues por ésta se paga más si tiene sembrados árboles frutales que si tiene pinos. Pero el análisis destaca que por cada pino que se tale el lago deja de recibir mil litros cúbicos de agua.
Ayer, en una reunión a puerta cerrada celebrada en la escuela secundaria del lugar donde participaron los dos grupos, representantes del gobierno del estado y de la Unión Campesina Emiliano Zapata, a la que pertenece la comunidad indígena poseedora de los bienes comunales, la postura de éstos fue detener la obra hasta que se realice un proyecto sustentable adecuado, en tanto que el ejido y el gobierno municipal insistieron en que la vialidad se realice a la brevedad.
Habitado ancestralmente por purépechas, el lago Zirahuén y sus tierras circundantes pertenecen a la comunidad indígena. Han sido codiciadas por particulares desde los años 70, y si algo los ha salvado de la destrucción es la decisión de los comuneros.
Por impedir la venta de 40 hectáreas, a menos de 10 mil pesos cada una, a Paz Calvillo y Cuiriz Hurtado –participantes del Congreso Nacional Indígena y de la otra campaña– se les ha abierto en el juzgado único penal el proceso 33/2007 por el supuesto despojo de inmueble, el cual estaba siendo edificado por la empresa Desarrolladora y Comercializadora SA de CV, perteneciente a la Organización Ramírez, en una tierra comunal a orillas del lago Zirahuén.
Visto bueno del gobierno
Desde Morelia, y sin haber visitado estas tierras para dar cuenta del trasfondo del problema, la titular de la Secretaría de Urbanismo y Medio Ambiente, Catalina Rosas Monge, indicó que ya se realizó el estudio de impacto ambiental para conocer los posibles daños y el dictamen fue sin afectaciones mayúsculas, pues se trata de la rehabilitación de infraestructura ya construida.
“No habrá derribo de árboles ni contaminación en el lago. A los pobladores les preocupaba que hubiera acarreo de los materiales que se van a requerir para rehabilitar el camino”, comentó.