■ Quito alega incumplimiento de Odebrecht, empresa que construyó una hidroeléctrica
La suspensión de pago de deuda por Ecuador genera desavenencia con Brasil
Brasilia, 22 de noviembre. La suspensión por parte del gobierno de Ecuador del pago de un crédito otorgado por Brasil provocó problemas diplomáticos entre ambos países, luego de que Brasilia llamara a consultas a su embajador en Quito.
El gobierno de Brasil llamó a su embajador en la capital ecuatoriana “para consultas” a raíz de la decisión del gobierno del presidente Rafael Correa de recurrir a un arbitraje internacional para suspender el pago de una deuda con el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES, el organismo brasileño de fomento).
El BNDES concedió a Ecuador un préstamo por 242 millones de dólares, destinado al pago de la construcción, por la brasileña Odebrecht, de una hidroeléctrica en la Amazonia ecuatoriana, que apenas un año después de terminada dejó de funcionar.
Por esa razón, Ecuador alega que no debería saldar la deuda debido a que hubo “incumplimiento de contrato”, según Correa, quien expulsó del país a los empleados de Odebrecht.
El jueves, Ecuador anunció que iniciaría una acción ante la Cámara de Comercio Internacional (CCI) en París contestando el pago de la deuda, y en respuesta el viernes Brasil llamó para consultas a su embajador en Quito, en un paso más en el agravamiento de las tensiones.
Revisarán cooperación
Según el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Celso Amorim, el objetivo de la medida es realizar conjuntamente con el embajador Antonino Marques Porto “una amplia revisión de nuestra cooperación”.
En un comunicado dado a conocer el viernes, la Cancillería brasileña expresó su “seria preocupación” frente al hecho y consideró que “la naturaleza y la forma” de las medidas adoptadas por el gobierno de Ecuador “no se adaptan al espíritu de diálogo, de amistad y de cooperación” entre los dos países.
El canciller afirmó que la decisión del gobierno ecuatoriano de suspender el pago de la deuda con el BNDES generó “mucha preocupación” en Brasil. “Por esta razón llamamos para consultas a nuestro embajador en Ecuador, y todos los que conocen algo de diplomacia saben qué significa eso. Vamos a hablar con el embajador y realizar una amplia revisión de nuestra cooperación”, expresó el ministro.
La mañana del sábado Correa habló por teléfono con su par Luiz Inacio Lula da Silva y le aseguró que “independientemente de mi cariño por Brasil”, “no voy a dejar” que “nadie estafe a mi país”. El mandatario ecuatoriano dijo sentirse muy dolido por el retiro del embajador brasileño en Quito, pero advirtió que no claudicará en su intento por impugnar el crédito.
“Brasil nos retira el embajador, nos duele mucho esa medida, como se lo hemos dicho al presidente Lula da Silva. La respetamos, no la compartimos, pero nosotros no claudicaremos en seguir defendiendo los intereses del país cueste lo que cueste”, dijo Correa en su programa semanal de radio y tv.
“No entendemos por qué tiene que haber un incidente diplomático por algo que es un problema netamente comercial y financiero (...) No tenemos por qué pelearnos con Brasil, pero si ese es el caso, que la responsabilidad la asuma cada quien”, sostuvo Correa.
Por su parte, el presidente de Brasil expresó a Correa su insatisfacción por la forma en que Ecuador anunció el pedido de arbitraje, informó la presidencia brasileña.
Lula expresó a Correa el malestar generado por la decisión ecuatoriana de no comunicar o consultar previamente la intención de pedir el arbitraje, y añadió que aún analizaba las medidas que el gobierno brasileño adoptará con relación a ello.
En tanto, el canciller brasileño, Celso Amorim, dijo a la prensa: “Esta situación nos molestó especialmente por lo inédita, por la forma, por la falta de cualquier tentativa de conversación previa sobre el asunto. Es algo que nos sorprendió”.
Amorim recordó que un día antes del anuncio ecuatoriano hubo contactos de diplomáticos brasileños con la cancillería en Quito, sin que el asunto fuera mencionado.