■ Ambos equipos sólo suman dos victorias en las recientes 10 fechas del Apertura 2008

El duelo Cruz Azul-Pumas enciende a la afición capitalina

■ La última vez que el conjunto de la UNAM venció a los Cementeros fue en 2006

■ El otro juego de cuartos de final enfrenta a Tigres y Atlante, que buscará volver a coronarse como en 2007

Agencias

La fase final del futbol mexicano arranca este sábado, lo que significa borrón y cuenta nueva, porque atrás queda lo que hicieron o quedaron a deber los invitados a esta ronda, que abre con el plato fuerte de la jornada: Cruz Azul- Pumas, ambos con sólo dos victorias en las recientes 10 fechas del torneo Apertura 2008.

Más tarde, Tigres recibe al Atlante, que intentará repetir la hazaña del torneo del año pasado cuando se coronó campeón.

El duelo de los Cementeros y auriazules enciende a la afición capitalina, sobre todo por la llamada jetattura que el conjunto de la UNAM no puede romper, pues no consigue vencer a La Máquina desde el 9 de septiembre de 2006, en el Apertura.

Un ingrediente que da mayor sabor a este encuentro es que durante el actual torneo los dos equipos estuvieron atentos a lo que ocurría entre sí para colarse a esta ronda dentro del llamado grupo de la muerte, donde quedaron los cadáveres de equipos grandes como América y Chivas, así como el Morelia, los dos últimos con aceptables campañas, pero al final no les alcanzaron las cuentas.

Ni Pumas ni celestes pudieron mantener un paso constante, e inclusive estos últimos tuvieron varios momentos para el olvido. Los dos terminaron con 26 puntos, pero con diferencia de goles favorable para los primeros.

Con todo, la escuadra de Benjamín Galindo consiguió imponerse en Ciudad Universitaria, en una victoria que confirmó que, sin importar las circunstancias, los colores celestes siguen surtiendo efecto sobre los auriazules, para sumar el quinto triunfo en el inmueble del Pedregal.

Aunque las estadísticas parecen favorecerlos este encuentro, los universitarios tienen como argumento que mostraron mejor cierre que el rival, después de que acumularon siete juegos sin ganar. Sin embargo, padecen una preocupación vital: tanto Israel Castro como Leandro Augusto no están confirmados para este compromiso.

En el otro encuentro, Tigres regresa a una liguilla con el objetivo de pasar sobre Atlante, que hace un año fue monarca en el Clausura 2007. El cuadro regio espera cortar una larga racha sin títulos, pues no consigue el título desde la temporada 1981-1982.

El equipo que dirige Manuel Lapuente mostró momentos que anticipaban serían protagonistas de este torneo, aunque como todos los equipos mexicanos también tuvo jornadas frustrantes.

El trabajo defensivo de Tigres es la principal arma, ya que apenas recibió 16 goles, a lo que se suma la espontaneidad y talento del argentino Lucas Lobos, quien puede desequilibrar al frente.

Además, Lapuente es viejo lobo de mar y tiene largos colmillos afilados en estas etapas, en las que ha sido campeón con Puebla, Necaxa y América, un aspecto que deberá ser tomado en cuenta.

Sin grandes alardes, Atlante regresa a la liguilla luego de que en el pasado torneo quedó fuera con todo y corona abollada.

Los Potros se harán presentes prácticamente con el mismo equipo con el que se desbordó en una fiesta hace un año, entre otros con el portero Federico Vilar como principal referente, Gabriel Pereyra y Christian Bermúdez, quien cada día pesa más en la oncena titular, y su gran artillero, que siempre marca diferencia, Giancarlo Maldonado.

La reciente ocasión en que ambos equipos se vieron las caras en una liguilla ocurrió en la final de la temporada 1981-1982, que fue para el cuadro norteño por la vía de los penales.