■ La banda se presentó el pasado jueves en el Foro Sol

Exitoso regreso de Ska-P, en noche de revolución y fiesta

■ Panteón Rococó calentó el entarimado para los españoles

Arturo Cruz Bárcenas

Luego de tres años de ausencia de los escenarios mexicanos y como parte de la promoción de Lágrimas y gozos, la banda española Ska-P se presentó con éxito el pasado jueves en el Foro Sol, donde también interpretó éxitos que los han consolidado como precursores del ska internacional.

Para prender a los asistentes, Panteón Rococó salió al entarimado y tocó los temas que la banda siempre quiere escuchar, como Reality, Toloache pa’ mi negra, Vendedora de caricias y La carencia. Su papel de abridores duró poco más de 30 minutos, posteriormente, luego de que miles de jóvenes –que apenas cubrían la mitad de la explanada del Foro Sol– repitieran con harto entusiasmo “Ska-P, Ska-P”, el grupo salió al templete.

“Hemos parado de tocar, no de pensar”, expresó Pulpul, vocalista del grupo, y siguió: “¡México, ha pasado mucho tiempo de no pisar tierra azteca. ¡Qué viva Zapata!”

Así comenzó el concierto de regreso, tras una larga ausencia, luego de la trágica muerte de una adolescente en el Palacio de los Deportes, en 2005, tragedia que recordaron con tristeza los integrantes de la banda, el pasado miércoles, en conferencia.

Tragedia en 2005

Con ese antecedente, las medidas de seguridad en el Foro Sol fueron extremas. Personal policiaco hacía rondines obsesivos entre la masa de chavos. No dejaron entrar con refrescos, pero adentro vendían cervezas.

“¿Es el ska tan peligroso?” “Fue por la muerte de aquella persona”, se preguntaron algunos jóvenes. Tampoco fue una gran entrada: “¿quién tiene varo para tantos conciertos?”, se quejaron otros.

El público, en su mayoría adolescentes, muchos niños, iban decididos a escuchar a su grupo, que expresa sus ansiedades e inconformidades, su hartazgo.

Al escucharse las notas de Gato López todo fue un brinco colectivo, una energía desatada. Al unísono, un coro monumental se dejó oír en el Foro Sol. Para ver lo que ocurría en el escenario, algunos chavos cargaron sobre sus hombros a sus compañeras: verdaderos alardes de equilibrio y solidaridad.

Tres adolescentes, casi niñas, bailaban esa protesta continua a todo lo que daban sus cuerpos. Pasaban los cerveceros y compartían los tragos. Contaban las monedas sacadas de sus monederos en forma de personaje de caricatura, y pagaban.

Sobresalió la facha de las playeras oscuras, con estampados ocurrentes, como aquella que decía: “El amor mata, pero tu amor me hace vivir”. Varios lucían máscaras de luchadores, parte ya del panorama en los conciertos de surf y ska.

La continuidad rítmica siguió con Niño soldado y Romero, el madero, que acompañaron con un performance representativo del abuso y los excesos de la autoridad.

Ska-P dice, canta lo que quieren y necesitan oír. Con Mestizaje plantean el valor de lo prieto, que no hay raza pura. La idea del sueño bolivariano hecha realidad a fuerza de mezclas.

Exaltaron los ánimos con Welcome to hell: el infierno está aquí y no en el mundo de abajo como afirman algunas religiones.

“Paramos hace tres años y dejamos de tocar. Se dio la invasión al pueblo de Irak por sus vecinos del norte (de México), por el imperio. ¡El imperio avanza! Por eso seguimos cantando, después de tres años, esta canción que se llama ¡Tío Sam!” Un personaje, la muerte en zancos, carga una guadaña. El Tío Sam es la muerte, el mayor asesino, el imperio de nuestro días.

Posturas y protestas

“Estados Unidos mantiene Guantánamo y la pena de muerte, sigue friendo en la silla eléctrica. ¡Por eso decimos no a la pena de muerte! “¡Chicano, llegó tu hora!”

Ska-P acusa al papa Ratzinger de encubrir a curas pederastas, de cambiarlos de iglesias donde hallarán nuevas víctimas. Ya para ese entonces el concierto era un garganta de protesta y canto. Del órgano de Ska-P se oye un sonido catedralicio.

La marcha avanza con El colega, Crimen solicitationis y Solamente por pensar, para llegar a la Isla de la libertad, que pide la despenalización de la mariguana. Cannabis fue una de las rolas más esperadas de la noche. El grupo interpreta varias nuevas de Lágrimas y gozos, que no desentonan.

Se siente cerca el final.

“La vida continúa; tres años después el mundo va peor: hay mortalidad infantil, los ricos son más ricos y los pobres más pobres. Quedan claras las mentiras de la globalización. Este sistema capitalista es peor, ¡aquí, en nuestro... Planeta eskoria!”

Se alarga la noche fría con El imperio caerá, Derecho de admisión, El libertador, Vergüenza, Vals del obrero, A la mierda y Ni fu ni fa. Así terminó una noche con Ska-P, de fuga a ritmo de fiesta y revolución.