Complicada, la segunda caminata espacial
Houston, 20 de noviembre. Astronautas del transbordador Endeavour que trabajaban el jueves afuera de la Estación Espacial Internacional (EEI) enfrentaron dificultades durante una segunda caminata espacial, debido a que uno de ellos registró en su traje altos niveles de dióxido de carbono.
La líder de la caminata espacial, Heidemarie Stefanyshyn-Piper, y el novato Shane Kimbrough regresaron a la esclusa de aire Quest de la estación, luego de una misión de 6 horas 45 minutos.
El principal trabajo de los astronautas fue reparar uno de los dos empalmes giratorios de la EEI, necesarios para mover los paneles de celdas fotovoltaicas que capturan energía del Sol.
El año pasado, la NASA descubrió que uno de los empalmes estaba contaminado con limaduras de metal y lo fijó para evitar más daño.
Stefanyshyn-Piper y el astronauta Stephen Bowen comenzaron a limpiarlo y a lubricarlo el martes, durante la primera de las cuatro caminatas espaciales de la misión de 15 días del Endeavour.
Sin cambios drásticos
Los astronautas tuvieron que compartir herramientas, ya que, durante la primera misión, la bolsa del equipo de Stefanyshyn –que contenía artículos valuados en 100 mil dólares– se soltó y flotó lejos de su alcance.
En la caminata del jueves los niveles de dióxido de carbono del traje espacial de Kimbrough superaron el límite de seguridad de la NASA, por lo que los controladores le ordenaron que regresara a la esclusa.
“No representó cambios drásticos al plan”, dijo John Ray, encargado de caminatas espaciales de más alto rango de la NASA. “Kimbrough no estuvo en peligro en ningún momento y no reportó síntomas”, agregó.
Durante la caminata del jueves, Stefanyshyn-Piper utilizó toallas prelubricadas para atrapar las partículas de metal, y Kimbrough trabajó en el brazo robótico de la estación.
El transbordador llegó a la estación el domingo para realizar trabajos en los ensambles y para entregar equipo necesario para ampliar la capacidad de la estación a seis tripulantes.