20 aniversario del Centro Prodh
Diversos organismos de la sociedad civil han logrado ampliar los espacios democráticos, constituyéndose así en un límite al autoritarismo. Tal ha sido el caso del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), organización dedicada desde hace 20 años a la defensa y promoción de los derechos humanos, dirigida por la Compañía de Jesús.
El agravamiento en 1988 de la situación socio-económica del país hizo suponer a los jesuitas que diversos grupos sociales emprenderían cada vez más acciones que tendrían como contrapartida una reacción selectiva por parte de las autoridades. Frente a las políticas de ajuste económico, que deterioraban cada vez más las condiciones de vida de los mexicanos, y frente al incremento de las violaciones a los derechos humanos, el Centro Prodh se propuso contribuir a generar nuevas formas de organización y acción social. Desafortunadamente el pronóstico resultó acertado, pues a unos meses de iniciar sus actividades detectaba como una constante la violación sistemática de todo tipo de derechos, aun los más elementales, por parte de autoridades municipales, estatales y federales, y de los caciques locales. Lo mismo se hizo patente en los informes anuales difundidos por el centro, así como en sus primeras intervenciones orientadas a denunciar la represión estatal.
Desde entonces el Centro Prodh ha hecho énfasis, según las circunstancias, en la defensa de los derechos políticos, la observación electoral, la denuncia de las violaciones a derechos humanos fundamentales en el campo y en las periferias urbanas, las violaciones de derechos humanos a civiles como consecuencia de la lucha contra el narcotráfico, las afectaciones derivadas de los procesos de integración económica, la discriminación contra quienes viven con VIH.
Debemos remarcar además el papel importante que este centro tuvo como promotor de otras organizaciones y redes. Su labor educativa en derechos humanos es ampliamente reconocida en organizaciones populares, principalmente en el sureste del país.
Actualmente, pese a que prevalecen rasgos autoritarios en la actuación del Estado y frente a una marcada impunidad, nuevas circunstancias exigen una renovación de la práctica y las estrategias de las organizaciones civiles dedicadas a la defensa y promoción de los derechos humanos. Entre ellas se pueden mencionar la polarización y fragmentación de la sociedad; la disputa por la hegemonía al margen de las instituciones; el repliegue del Estado, ya no sólo de la economía, sino también de procesos locales ahora controlados por fuertes grupos de interés; la corrupción; la injerencia militar y su cauda de abusos; la poca articulación de las demandas de los grupos sociales; la competencia por llevar adelante las propias agendas; la continuidad de una política económica que sigue causando miseria, enfermedad y muerte; la respuesta violenta del Estado ante las legítimas demandas de la población, y la falta de transparencia.
La impunidad ha sido un tema constantemente abordado por el Centro Prodh. Caso emblemático en este sentido ha sido la exigencia de justicia, verdad y reparación para los delitos del pasado, tema sobre el que el Ejecutivo ha guardado un silencio asombrosamente grave. Además de ello, la impunidad sigue contaminando situaciones presentes, como la falta de voluntad política para revertir la arbitrariedad con que los más diversos actores políticos han procedido ante la movilización social en Oaxaca y Atenco.
Otro tema abordado por el Prodh ha sido el de las violaciones derivadas de la falta de mecanismos, como la consulta y el acceso a la información, que garanticen a las comunidades el aprovechamiento de sus recursos o el respeto a su autodeterminación. Frente a la voracidad comercial, las poblaciones no solamente son despojadas de sus bienes tangibles, sino que también les es arrebatada su propia voz, al quedar excluidas del debate público. En este sentido, las políticas gubernamentales vulneran los derechos de pueblos y comunidades, al considerar a las personas como objetos a atender, y no como sujetos activos de opinión, acción y toma de decisiones.
Recientemente el Centro Prodh se ha pronunciado, igualmente, para denunciar los riesgos de las reformas al sistema de seguridad y justicia aprobadas en junio de 2008.
En septiembre de 2001 el Centro Prodh recibió el estatus consultivo ante el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas. De igual manera está reconocido como organización acreditada ante la Organización de Estados Americanos. Por su meritoria labor en defensa de la dignidad humana, hace un año fue galardonado con una mención honorífica por el Defensor del Pueblo Español y la Universidad de Alcalá. Eventualmente las organizaciones de derechos humanos han sido objeto de polémica, debido a cuestiones como su legitimidad y representatividad, lo que de ninguna manera debe constituir un obstáculo para dejar de actuar. Para el Centro Prodh se trata de “tomar partido, asumir la historia y luchar contra todo aquello que representa una violación a los derechos humanos, sobre todo de los pobres y excluidos”. Felicitaciones a todas las amigas y amigos del equipo del Centro Prodh por su vigésimo aniversario.