■ Hay que priorizar objetivos, expresa el coordinador del FAP
Coaliciones no son “toma y daca de curules”, afirma Muñoz Ledo
Acerca de la confrontación entre el PRD y la corriente mayoritaria en la dirigencia, Nueva Izquierda, contra PT y Convergencia, Porfirio Muñoz Ledo planteó que el régimen de coaliciones “no es un toma y daca de curules”, sino un esquema político que se basa en la solidaridad ideológica. Por eso, antes de verlo en “términos de canicas”, las partes tienen que poner por delante principios y objetivos comunes.
Entrevistado antes de la reunión de la Asociación Nacional para la Reforma del Estado (ANRE) y sin la pretensión de responder al coordinador de los senadores del PRD, Carlos Navarrete, quien declaró que los partidos pequeños han vivido a expensas del sol azteca, Muñoz Ledo, coordinador del Frente Amplio Progresista (FAP), recordó que las coaliciones surgieron a propuesta de la izquierda, porque “es la manera de pensar de la izquierda, que es más plural y tiene más partidos”.
Ahora, dijo, es lamentable que cuando el país está en la peor crisis de su historia, se piense en términos de las “canicas que le tocan a cada parte”. Lo que debería ocurrir, apuntó, es que se pongan por delante los principios y objetivos que persigue la izquierda.
Durante la reunión de la ANRE, organismo que preside, Muñoz Ledo sostuvo que la clase dirigente del país carece de la voluntad para reformar las instituciones, y el Congreso, en particular, se burla de la sociedad y comete un acto lesivo contra la nación con su actitud de mantenerse sin abordar los temas profundos de la reforma del Estado.
Recordó que durante el año que operó la Comisión Ejecutiva de Negociación y Construcción de Acuerdos (CENCA) se recibieron más de 6 mil ponencias ciudadanas y alrededor de mil de los partidos políticos, las cuales no han sido revisadas por los legisladores.
Todos los temas abordados en ese lapso están detenidos y lo que se queda en el aire es la pregunta de para qué se convocó a una comisión, la CENCA, durante un año, con un gasto inmenso –más de 80 millones de pesos–, para que ahora no se haga nada, aseveró.
Acerca de la reforma del Estado, comentó que hubo algunos avances en el tema electoral, aunque existe una asignatura pendiente por la determinación de la Corte Interamericana de Justicia respecto a que se debe revisar la legislación mexicana para garantizar los derechos ciudadanos en materia política.
Los demás temas no avanzan, señaló, y recordó que el de la justicia se quedó a la mitad, mientras está detenido el de la autonomía de ministerios públicos, tribunales constitucionales y la reforma integral de justicia.
Por el lado del federalismo, también sigue pendiente el asunto de los municipios y la necesidad de otorgarles mayores poderes políticos y económicos. En derechos humanos, indicó, parece que el Partido Acción Nacional (PAN) ha presentado las principales objeciones, porque “no quieren la aceptación de plena jurisdicción de los tratados y convenciones internacionales en la materia y porque le tienen temor al costo de los derechos sociales”.