■ “Lo importante es mantener el rumbo y hacer con precisión las maniobras que se requieran”
Se avecina tormenta económica, pero se saldrá adelante: Calderón
■ Ensalza el Ejecutivo la labor de la Armada en el combate a la delincuencia organizada
■ Anuncia que durante su administración se pretende construir seis buques de vigilancia oceánica
Acapulco, Gro., 16 de noviembre. Aunque se avecina una tormenta económica, México mantiene el rumbo firme y saldrá adelante, afirmó el presidente Felipe Calderón al recibir al buque escuela Cuauhtémoc en este puerto.
En la primera ceremonia que encabeza junto con el nuevo secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, también hizo un reconocimiento a la Armada de México por su participación en la lucha contra la delincuencia, que se ha traducido en 43 toneladas de cocaína confiscadas en aguas mexicanas.
A la orilla del muelle, el jefe del Ejecutivo llegó con una gorra que tenía bordadas cinco estrellas doradas, en su carácter de comandante supremo de las fuerzas armadas, y acompañado de su esposa Margarita Zavala y de sus hijos María, Luis Felipe y Juan Pablo.
Mientras Calderón hacía algunas consultas con el secretario de Marina, Mariano Francisco Saynez, los dos niños saludaban a los tripulantes de la embarcación a la usanza militar, cuadrándose, como hicieron hace un año en Palacio Nacional durante el desfile del 16 de septiembre.
Tras siete meses de crucero, el buque arribó esta mañana a Acapulco, y a bordo iban 188 guardiamarinas de las generaciones 2001-2007 y 2002-2008, que visitaron en ese tiempo 20 puertos en 12 países y recorrieron 20 mil millas náuticas.
Después de la formación de honores, en que todos los guardiamarinas se colocaron en sus puestos, el Presidente, flanqueado del secretario de Marina y del gobernador perredista, Zeferino Torreblanca, subió a la embarcación.
Ahí advirtió que la Armada ha sido fundamental para que islas, litorales y mares estén siempre bien resguardados y para combatir con mayor eficacia “a los enemigos de México que pretenden usar los mares mexicanos como ruta para el tráfico de sus crímenes”.
En esta lucha, destacó, la Marina capturó por primera vez una embarcación semisumergible y en una sola operación, con la participación de la Armada, se logró el mayor decomiso de cocaína en la historia, no sólo de México, sino del mundo, al incautar más de 23 toneladas de esa droga en Manzanillo, Colima.
También rindió un homenaje a los “valientes” elementos de la Armada caídos en la lucha contra el crimen en lo que va de esta administración, al señalar que son “héroes que merecen nuestro respeto y admiración”.
En su mensaje, comparó los retos que enfrentan los marinos con los de los mexicanos, y les pidió tener presente que aunque puedan venir tiempos difíciles, “aunque para México pueda avecinarse, por ejemplo, la tormenta que hoy sacude la economía del mundo, lo importante es mantener el rumbo y hacer con puntualidad y precisión las maniobras que se requieran”, explicó.
Anunció que su gobierno tiene la meta de construir seis buques patrullas de vigilancia océanica, cinco patrullas costeras y 12 patrullas interceptoras. De hecho, actualmente se construyen en astilleros de la Armada las patrullas océanicas Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución, que contarán con armamento y tecnología de vanguardia.
Además, en diciembre próximos será inaugurado el Hospital General Naval de Alta Especialidad, en el Distrito Federal, que podrá atender a 200 mil personas.
Luego de la ceremonia, el Presidente permaneció con su familia en Acapulco durante algunas horas, para luego regresar a la ciudad de México.