■ El colaborador de La Jornada leyó algunos de sus poemas en el Festival La Nao
Ricardo Yáñez: la poesía implica el ejercicio de “reportearse a sí mismo”
Ampliar la imagen Ricardo Yáñez y Blanca Reina Aguirre, en el auditorio del Fuerte de San Diego, en Acapulco Foto: Pedro Pardo
Acapulco, Gro., 7 de noviembre. El poeta Ricardo Yáñez ríe, por momentos los ojos se le llenan de lágrimas, se levanta; lo mismo canta una canción ranchera que un bossanova o un tango.
“Escucharlo, maestro, es el mejor regalo que he recibido”, dijo a Yáñez uno de los asistentes a la lectura de obra que realizó el también tallerista y colaborador de La Jornada en el auditorio del Fuerte de San Diego, en el contexto de las actividades del Festival La Nao.
En entrevista, el autor tapatío externó que los reporteros podrían ser buenos narradores, pero jamás poetas, aunque la poesía sí implica un ejercicio de “reportearse a uno mismo”.
La pasión por la poesía, en él, brota por sí misma; sin embargo, que “los poetas somos poetas porque no sabemos hablar, y como no sabemos hablar nos ponemos a escribir, y como no sabemos escribir, nos ponemos a hacer poesía”.
Forjador de poetas en los talleres que imparte, Yáñez señaló que en los mismos ha tenido más sufrimientos que satisfacciones: “eso se debe más a una especie de soberbia o maniqueísmo –del cual no me siento tan avergonzado–; de alguna manera espero que lo talleristas sean como los hijos a quienes uno les dice qué no hacer, pero terminan haciéndolo”.
Manifestó que a sus talleres, en Guadalajara, “llegaba gente muy talentosa, y digo que salieron con más armas, pero luego no siempre me gusta en lo que andan; sufro porque no me hacen caso”.
Ricardo Yáñez fue reportero de política y posteriormente se desempeñó como corrector de estilo. De los medios en los cuales figura entre los fundadores está La Jornada. Sin embargo, asentó, “en general los periodistas no son poetas, sino más bien narradores.
“Trabajé en uno de mis talleres con una excelente periodista y narradora, pero quiso hacer poesía y no se pudo; en parte, porque la percepción es diferente. El poeta tiene una percepción muy íntima y el periodista no; y no sería periodista si la tuviera”, aseveró.
–¿Se puede hablar de una poesía que reportee el interior del alma?
–Claro que sí, pero sería muy riesgoso, porque a los periodistas nos gusta balconear, pero no balconearnos. Sin embargo, ese es el trabajo: reportearse uno mismo, hacer investigación interna.
Periodismo cultural
“Idealmente –prosigue Ricardo Yáñez– el periodista de cultura está para apoyar ese ámbito, no para denunciar malos manejos. Eso es política, según mi parecer.”
Indicó que el periodista cultural es un “promotor” de lo que se está haciendo en ese campo: “Puede ser la muralla china de la cultura, que mantiene las cosas en su lugar”.
En su opinión, el reportero de cultura no debería abundar en pleitos y denuncias, como malos manejos: “eso más bien va en política.
“Lo que pasó, por ejemplo, con el caso de Sergio Vela y sus gastos no aclarados completamente o el del escritor Milan Kundera, acusado de delator en el régimen comunista.”
–¿No vale la pena explorar esos temas?
–Sí, pero los ubicaría en política. Inclusive lo de Kundera. Lo acabo de leer en la revista Laberinto, en un texto de Heriberto Yépez, quien más o menos dice preferir que, de ser cierto, haya denunciado a que no lo hubiera hecho, porque eso lo hizo (a Kundera) ser un novelista, porque habla de una realidad tan fuerte que lo afectó y de alguna manera, al escribir, lava su culpa.