■ Las acusaciones son absurdas, señala el Departamento de Estado
Responde la Casa Blanca a Bolivia: la DEA no fomenta el narcotráfico
Washington, 7 de noviembre. El Departamento de Estado estadunidense rechazó de forma categórica las acusaciones del presidente boliviano, Evo Morales, de que el gobierno de Estados Unidos “fomenta” el narcotráfico en el país sudamericano, y afirmó que dichas suposiciones son “claramente absurdas.
“Si el gobierno boliviano decide cortar sus relaciones de trabajo con nosotros en relación con la lucha antinarcóticos, eso afectará al pueblo boliviano”, manifestó el vocero adjunto del Departamento de Estado, Robert Wood.
El jueves pasado Morales acusó a la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) de “fomentar” el narcotráfico en Bolivia, por lo que ordenó la suspensión de las actividades de dicho organismo en su país como parte de la “nacionalización” del combate contra los estupefacientes.
Según el mandatario boliviano, la DEA “no respeta a la policía, inclusive a las fuerzas armadas”. Aseguró que en 1986 se descubrió una fábrica de cocaína en el Parque Nacional Huanchaca –al noroeste del país–, que supuestamente estaba “bajo la protección” de la agencia estadunidense.
Morales, quien dijo tener “bastante documentación” para sustentar sus acusaciones, agregó que la DEA se encargaba de espiar a diversas figuras políticas locales, incluido él, y declaró su intención de entregar las pruebas al presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama.
En ese contexto, el ministro boliviano del Interior, Alfredo Rada, anunció que el director de la DEA en Bolivia y siete agentes de dicha organización ya salieron del país rumbo a Perú, tras la suspensión de sus actividades.
El funcionario destacó que “a estas alturas” la DEA ya sabe que el gobierno boliviano “está hablando en serio”.
Las relaciones bilaterales entre Washington y La Paz atraviesan uno de sus momentos más bajos, luego de que Evo Morales expulsó en septiembre al embajador estadunidense Philip Goldberg tras acusarlo de apoyar a los grupos opositores que se sublevaron contra su gobierno en varias provincias. Estados Unidos, por su parte, contestó con la expulsión del embajador boliviano Gustavo Guzmán.
Días después el gobierno de George W. Bush incluyó a Bolivia en la lista de países que en los pasados 12 meses han fallado “de manera demostrable” en la lucha contra las drogas, lo que hace peligrar un acuerdo de preferencia arancelaria que permite a la nación sudamericana exportar diversos productos a Estados Unidos sin pagar impuestos.