■ La acusan de envenenar suelos, cultivos, ganado y hasta a personas, en amplia zona
Exigen campesinos chiapanecos que salga de sus tierras la empresa fumigadora Moscamed
Comitán, Chis. 4 de noviembre. La Unión de Ejidos, Rancherías y Comunidades de la Región III Fronteriza, que reúne decenas de comunidades de los municipios La Trinitaria, Las Margaritas, La Independencia y Maravilla Tenejapa, demandó el retiro de la empresa Moscamed, que realiza fumigaciones contra la mosca del Mediterráneo y por más de una década ha sido denunciada como contaminadora y envenenadora de tierras, cultivos y personas en esa amplia franja colindante con Guatemala.
La organización de pueblos en su mayoría indígenas (tojolabales, tzotziles, kakchiqueles), con sede en el ejido San Vicente (La Trinitaria), señala que los funcionarios gubernamentales solapan a la empresa y amenazan a las comunidades “con quitarnos los ‘proyectos’ como Procampo y Vivienda, y nos prohíben el derecho de libre expresión”.
Los campesinos resaltan la actuación tendenciosa del delegado de Gobierno, los presidentes municipales y los coordinadores de Microrregiones, en asociación con los ingenieros de Moscamed. Denuncian que la empresa los ha engañando “durante muchos años”, deteriorando “nuestra madre naturaleza y nuestro cultivo, ahora a todas las frutas de nuestros árboles les salen gusanos”.
Cabe recordar que hace 10 años, el municipio autónomo zapatista Tierra y Libertad realizó movilizaciones frente la planta y la pista aerea de Moscamed cerca de Amparo Aguatinta, exigiendo su retiro y el fin de las fumigaciones. La protesta, apoyada por muchas comunidades de diferentes organizaciones, logró el cierre de las instalaciones y por un tiempo el cese de los vuelos con pesticidas. Posteriormente, las fumigaciones se reanudaron. Las autoridades chiapanecas se disculpaban diciendo que las avionetas procedían de Guatemala, y que Moscamed era un compromiso binacional de las autoridades sanitarias.
Así, la empresa siguió operando a pesar del descontento. En 2005, el Frente Chiapaneco Contra las Represas se reunió en Nuevo Huixtan con representantes de Moscamed y logró que se comprometieran a salir en 15 días. El acuerdo no se cumplió, “y así pasaron los años”. Las pérdidas han sido muchas y lamentables. Hasta los animales domésticos han sido afectados por estas operaciones “sanitarias”.
Ante tal situación, el 17 de junio de este año, agrega el pronunciamiento de la unión, por acuerdo de unas 40 comunidades “decidimos detener algunos trabajadores de la empresa para exigir el cumplimiento”. Nuevamente se levantó una minuta de trabajo con Moscamed, en presencia del delegado de Gobierno Roberto René Pinto Rojas, el “operador político” Avenamar Pérez Santiago y el ayuntamiento de La Trinitaria.
Los funcionarios, señalan los campesinos, aceptaron la cancelación definitiva de la empresa, que pidió un plazo de 15 días para dejar la región. Cuatro meses después, no han cumplido. “La empresa se dedica a sobornar a nuestras autoridades ejidales y comunales. Unos se hacen ricos mientras a la mayoría nos están matando poco a poco”. El 19 de septiembre, los afectados invitaron por escrito a las diferentes instancias de gobierno en la región a una reunión para solucionar el problema. Nadie se presentó.
La unión acusa a los ayuntamientos oficiales de trabajar en coordinación con Moscamed. También a la Secretaría de Agricultura y Ganadería, la Secretaría Estatal del Campo y Com Café, que “han estado reuniéndose para definir sus estrategias y obligarnos a las fumigaciones”, visitaron Tziscao (en el parque nacional Lagos de Montebello, “protegido” pero fumigado), La Trinitaria, Río Blanco, La Independencia, Maravilla Tenejapa, Las Margaritas y Nuevo Huixtan, donde el 22 de agosto un regidor de Las Margaritas dijo que, “por instrucciones del gobernador Juan Sabines y los presidentes municipales, si la región no deja fumigar, entonces serán el Ejército y la seguridad pública quienes realizarán las fumigaciones”.
Los campesinos han sido amenazados con órdenes de aprehensión “para privatizar nuestra libertad sólo por defender nuestro derecho de vivir mejor, con respeto y dignidad, en armonía con la madre tierra”. Ninguneados y presionados, los campesinos exigen la cancelación definitiva de la empresa y pago por los daños.