■ Desde la tragedia del News Divine, las autoridades delegacionales nos acosan, afirman

Denuncian sonideros del DF “política del amiguismo” para otorgar permisos

■ Piden normar la entrega de autorizaciones mediante convenios con las demarcaciones

■ Anuncian megatardeada en el Zócalo el próximo domingo, para sensibilizar al gobierno

Rocío González Alvarado

Con presencia en pueblos, barrios y colonias populares, sonideros del Distrito Federal, que logran atraer desde 500 hasta 100 mil personas en una sola “tardeada” o “tocada” con sus ritmos de cumbia, salsa o merengue, denunciaron que a raíz de los hechos ocurridos en la discoteca News Divine son acosados por las autoridades delegacionales, quienes otorgan los permisos para este tipo de eventos según el criterio del funcionario en turno o atendiendo esquemas políticos electorales.

En conferencia de prensa, precisaron que en la ciudad de México se calcula la existencia de por lo menos cinco mil empresas de este tipo, que son la única opción de diversión para los jóvenes de escasos recursos, por lo que exhortaron al jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, a instaurar una regulación que les permita seguir operando.

“De qué grupo eres, con quién andas o con cuántos eventos me vas a apoyar”, son los cuestionamientos que reciben antes de cualquier autorización, aseguraron, tras señalar que, bajo el argumento de tener mayor seguridad en estos espacios de recreación, se ha adoptado una “política del amiguismo”, sobre todo en las delegaciones Benito Juárez, Tlalpan y Azcapotzalco.

Armando Flores, representante del Centro de Investigación y Mediación Social, detalló que desde los trágicos hechos en el News Divine, los permisos se han reducido en 40 por ciento, lo que también ha provocado pérdida de empleos, pues cada sonidero contrata entre 10 y 50 personas por baile, cifra que se multiplica cuando están invitados grupos musicales.

Manuel Perea, del sonido Fascinación, recordó que los bailes callejeros o en espacios deportivos son una tradición de los barrios más populares de la ciudad. “Llegamos a estratos sociales que no tienen posibilidades de pagar un espectáculo en los teatros, foros o auditorios. Es gente humilde que busca salirse de sus problemas un rato y quitarse el estrés bailando.”

Caracterizados por desplegar toneladas en equipo de sonido, con amplios bafles y monitores que retumban a lo largo y ancho de las calles, sin olvidar los clásicos saludos entre canción y canción, los sonideros son una alternativa de diversión colectiva, por sus precios accesibles. “El acceso a una tardeada va de 20 hasta 100 pesos, pero esto ya cuando se invita a orquestas o grupos musicales internacionales”, precisaron.

“Desafortunadamente estos espacios se están cerrando, pero por otro lado están dando permisos con mucha fluidez para abrir locales que supuestamente están de manera legal, y tienen todas las características de uno de los peores lugares, como fue el News Divine”, agregó Perea.

Otro representante sonidero, Luis Alberto García, explicó que, ante la falta de una norma, cada gobierno delegacional impone sus propias reglas, y “caemos en qué tan amigo eres de tal o cual autoridad para que te den la autorización, porque desconocemos con qué debemos cumplir”.

Ante ello, la petición es que se regule la entrega de los permisos mediante acuerdos entre los responsables de llevar a cabo los eventos populares y las autoridades delegacionales. “Estamos elaborando una propuesta que vamos a presentar al gobierno capitalino para ver de qué manera podemos coadyuvar con las medidas de seguridad y protección civil, a fin de impulsar estos espacios”, afirmó Armando Flores.

En ese sentido, anunciaron que, para sensibilizar a las autoridades capitalinas, llevarán a cabo una megatardeada en el Zócalo capitalino el próximo domingo 9 de noviembre, a partir de las cuatro de la tarde, con la participación de 20 sonideros, entre ellos Candela, Polymarch’s, Fascinación y La Changa, que desplegarán por lo menos 10 toneladas de equipo de sonido, con lo que también celebrarán 45 años de existencia de lo que llaman el movimiento sonidero en la ciudad.

“El Zócalo se va a mover, el Zócalo va a temblar”, prometieron, tras señalar que esperan una afluencia cercana a las 60 mil personas.