■ Gritos de ¡Markarián, Markarián! aparecieron en la tribuna; Galindo no teme ser cesado
Entre abucheos de su afición se descarrila La Máquina
La noche se le vino encima al inoperante Cruz Azul. El grito de “¡Markarián, Markarián!” y los oles ante la serie de pases del Pachuca fueron prueba palpable de la furia vertida ayer por la afición en el estadio Azul. Cayeron dos goles en un parpadeo, y al final la felicidad quedó plasmada en los rostros de los visitantes por la emotiva victoria de 2-1.
Los Tuzos empataron en el segundo lugar del grupo uno al Santos, ambos con 19 puntos en 14 partidos. La Máquina se mantiene con 20 unidades en el cuarto lugar del segundo pelotón.
Guillermo Álvarez, presidente del Cruz Azul, bajó al vestidor para desahogar su enojo por el pésimo funcionamiento del equipo. El técnico Benjamín Galindo, en rueda de prensa, aseguró que no teme un probable cese y consideró normal el rechazo de la gente, al tiempo que confesó haber extrañado a los suspendidos Gerardo Torrado y César Villaluz, así como al lesionado Christian Riveros.
Muy poco para el recuerdo dejó el primer periodo, cuando lo más destacado fue un par de atajadas del portero local Yosgart Gutiérrez. Pachuca impuso condiciones, pero no tuvo capacidad para reflejarlo en el tablero.
Para el complemento, Enrique Meza exhibió su experiencia con acertados cambios que resultaron claves para ganarle la partida al todavía novato Maestro Galindo.
El Ojitos ingresó a José Cárdenas, el habilidoso Luis Montes y al todo terreno Gabriel Caballero. Por los celestes entraron Hassán Viades, Jaime Lozano y el improductivo Miguel Sabah, este último en medio de abucheos.
Al minuto 72 Bruno Marioni capitalizó un gran servicio de Damián Álvarez desde la izquierda y, frente a segundo poste, el Barullo remató con la cabeza. Con el gol en contra, algunos aficionados comenzaron a buscar las salidas, peor aún cuando al minuto 81 Cárdenas estrelló el balón en un poste.
La gente que permaneció en sus butacas no hacía más que abuchear a los suyos, pero explotó en festejos cuando en una descolgada de Pablo Zeballos el portero Calero no pudo retener el balón y Gerardo Lugo llegó al remate, para el 1-1.
De nuevo llegó la frustración cuando Álvarez avanzó por el centro y desde fuera del área sacó tiro raso que se escurrió por la derecha de Yosgart.
Meza dijo que es una “victoria importante”, al ser la primera como visitantes; espera que su equipo mejore aún más y advirtió que rumbo a la liguilla “todavía a nadie se puede descalificar”.