■ Officium Defunctorum Novohispanicum
Presentan cd doble con un “tesoro catedralicio”
■ El Coro Melos Gloriae revive esta música
Ampliar la imagen El Coro Melos Gloriae –integrado por 12 sopranos, mezzosopranos, tenores, bajos y un organista– se presentó en la Universidad del Claustro de Sor Juana Foto: Yazmín Ortega
Este viernes, en la capilla de la Universidad del Claustro de Sor Juana y ante el espectacular altar de muertos en memoria de la Décima musa, fue presentado el disco compacto doble de lo que sin duda se puede considerar uno de los tesoros de la historia de la música en México.
Se trata del Officium Defunctorum Novohispanicum (Oficio de los Difuntos Novohispano), grabación que rescata la música del maestro de capilla de la Catedral de México, Hernando Franco (1532-1585), acervo descubierto en el año 2000 por el musicólogo español Javier Marín.
Pero fue el reconocido maestro Juan Manuel Lara Cárdenas quien, junto con su Coro Melos Gloriae, integrado por 12 sopranos, mezzosopranos, tenores y bajos, y un organista, todos dedicados al rescate de los cantos gregorianos y de las polifonías catedralicias mexicana (en latín y en náhuatl), americana y europea, dio de nuevo vida a esa maravillosa música para muertos.
Ello le representó un exhaustivo trabajo de transcripción musical de las formas antiguas a las modernas, así como la traducción del latín al español, hasta llegar a la interpretación con su coro hace unos cuatro años y, ahora, a la grabación en un compacto doble, el cual incluye un cuadernillo que da cuenta de la fascinante complejidad de esos cantos.
“El Officium Defunctorum –una variante del Officium Divinum– es el servicio de alabanza a Dios, a favor de los fieles difuntos, enmarcado en el tema de la muerte y la esperanza de la vida eterna por medio de la salvación divina”, se apunta en el cuadernillo.
Pero se aclara que el Officium Defunctorum “no sólo es un servicio de alabanza a Dios recordando a los fieles difuntos, sino una reflexión escatológica sobre la vida humana. El carácter dramático de este acto litúrgico se encuentra principalmente en las lecturas tomadas del bellísimo Libro de Job, escrito por un gran poeta-filósofo anónimo, ‘un libro singularmente moderno, provocativo, no apto para conformistas’, dice Luis Alonso Schökel”.
Mi espíritu se desvanece
Al invitatorio, continúa, siguen tres nocturnos, que son series de tres antífonas, tres salmos, tres lecturas y tres responsorios con sus respectivas oraciones. De la riqueza literaria, mística y cultural de todos esos cantos esta la siguiente muestra:
“Mi espíritu se desvanece, mis días se acortan, y sólo queda para mí el sepulcro. No he pecado y, sin embargo, mis ojos se hunden en la amargura/ Líbrame, Señor, ponme a tu lado, y que la mano de cualquiera se atreva contra mí...”
En charla con La Jornada, Juan Manuel Lara Cárdenas destaca: “Nuestro trabajo está enfocado a ir llenando las lagunas en la cultura mexicana que todavía quedan. Todavía no conocemos muy bien nuestro pasado histórico y artístico. Dentro de ese camino estamos rescatando lo que nos queda en los archivos de las catedrales, con la finalidad de que todo esto vaya formando parte del engrandecimiento de nuestra cultura y del subconsciente cultural de cualquier mexicano”.
La presentación del cd Officium Defunctorum Novohispanicum estuvo a cargo de los especialistas Eduardo Contreras Soto, Theo Hernández y Juan José Escorza Carranza, moderados por José Antonio Robles Cahero. Todos ellos lamentaron que la Iglesia ya no promueva esta enorme riqueza musical y que ahora, por el contrario, sea marginada y ya no se escuche en los templos del país.