■ Niegan responsabilidad en 11 secuestros y 4 homicidios de que los acusan

Comparecen ante el juez presuntos integrantes de la banda de La Flor

■ En todos los casos se detectó el mismo modus operandi, señala la PGJDF

Agustín Salgado

Escucharon las imputaciones en su contra. Seis aparecieron tras la rejilla de prácticas y sólo uno amplió su declaración preparatoria.

El primero en comparecer fue Fernando Hernández Santoyo. Fue la diligencia más larga y en la que se escuchó con toda claridad parte del pliego de consignación que elaboró la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) contra los siete presuntos integrantes de la banda de La Flor y él fue el único que amplió su declaración.

Los once secuestros, cuatro asesinatos, dos intentos de homicidio, dos robos agravados y la imputación de delincuencia organizada que la representación argumenta se refieren a seis casos específicos.

Todos, a decir de las autoridades, con el mismo modus operandi.

Las víctimas fueron hijos de empresarios, la exigencia inicial fue tasada en millones de dólares y la ejecución de choferes y escoltas tuvo como objetivo presionar a los familiares.

Se simularon retenes policiacos para concretar los levantones. Durante las llamadas telefónicas las voces fueron distorsionadas y la persona que pagó el rescate fue obligado a abordar un automóvil que los plagiarios abandonaron previamente, junto con un teléfono celular.

Los consignados negaron las acusaciones. El próximo martes se definirá el auto de formal prisión o libertad por falta de elementos de Lorena González Hernández, José Luis Romero Ángel, Marco Antonio Moreno Jiménez y los hermanos Noé e Israel Cañas Ovalle.

Será hasta el próximo viernes que el juez 32 de lo penal, Jesús Ubando López, se pronuncie sobre la acusación a Hernández Santoyo. De Sergio Humberto Ortiz Juárez, al cierre de esta edición, se desconocía si solicitó la amppliación del término constitucional.

Los supuestos plagiarios reconocieron sus declaraciones hechas con anterioridad, en las que refieren presuntas irregularidades cometidas por las autoridades en las diligencias ministeriales.

Hernández Santoyo acusó al subprocurador de Averiguaciones Previas Centrales, Javier Cerón Martínez, de amenazarlo y manipular la confronta en la que fue reconocido por una de las víctimas de secuestro.

Durante la lectura del pliego se conoció que una de las personas plagiadas describió el cuarto donde permaneció secuestrada: era una habitación con paredes color verde pistache, el baño que utilizaba tenía azulejos azules y a lo lejos se escuchaba un arroyo de agua. En este caso el monto exigido fue de dos millones de dólares, pero luego de entregar siete millones de pesos y algunas joyas la víctima fue liberada.

Además del escolta de Fernado Martí, otra persona sobrevivió al intento de ejecución, por ello la imputación de dos intentos de homicidio.

Los presuntos integrantes de la banda de La Flor igual ofrecían pruebas de vida que amenazaban con colgar de un árbol o poste al plagiado. Cuando la cantidad de dinero que se les ofrecía no les resultaba suficiente “recomendaban” a los familiares destinar ese dinero para los servicios fúnebres. Y siempre dieron con exactitud el lugar donde aparecerían los cuerpos de las personas “sacrificadas”.

A las diligencias asistió la subprocuradora de Procesos, Martha Laura Almaraz, y la declaración preparatoria de El Apá se realizó en la clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social donde se encuentra desde hace varias semanas con un respirador artificial.