■ Se disparan deudas hipotecarias y precio de la gasolina
Familiares de soldados estadunidenses se quejan de los chicotazos de la crisis
Dallas, 1º de noviembre. Entre quienes padecen por la peor crisis financiera desde la Gran Depresión también se encuentran los miembros de las fuerzas armadas de Estados Unidos y, por supuesto, sus familias.
“Estoy preocupada por nuestros ahorros. Todo ha aumentado. No se puede ahorrar cuando la gasolina sube y las cuentas de electricidad se elevan”, lamentó Jessica Phillips, de 22 años, esposa de un miembro del Ejército.
Phillips estaba en el aeropuerto Dallas-Fort Worth esperando a su esposo, Christopher, quien volaba desde Irak por una licencia de 18 días. La mujer, quien vive cerca de Fort Polk, Luisiana, y está estudiando sicología y derecho criminal, dijo confiar en los ingresos de su esposo como especialista del Ejército.
Un vuelo charter diario trae a soldados a Dallas-Fort Worth de regreso de Irak y Afganistán, y hace un par de semanas las familias de los militares afirmaron que estaban sintiendo los efectos del alza de precios y teniendo problemas hipotecarios.
Amber Fithian, de 24 años, quien esperaba junto con su hijo de dos años y medio a su esposo Adam, sostuvo que su familia está resintiendo la presión por el incremento de los pagos hipotecarios de su casa, ubicada cerca de Fort Hood, Texas. “Nuestra hipoteca se sigue vendiendo de modo que la cuota sigue subiendo”, aseguró Fithian, ama de casa.
La presión financiera es una carga adicional, además de los extensos despliegues en Irak y Afganistán.
“Cuando ellos están en el extranjero y cuidando de nosotros, deberían estar exentos de impuestos”, señaló Debbie Harrison mientras esperaba a su hijo en la terminal, cubierto de carteles que decían “Dios bendiga a nuestras tropas” y “Bienvenidos a casa”.
Brenda Davis aseguró sentirse igual mientras esperaba a su hija de 23 años Leilani Manibusan, quien regresa por una licencia en su segundo despliegue en Irak. “Deberían pagarles más. Ellos ponen sus vidas en riesgo por todos los demás”, aseveró.
No todos sufren
Según las balanzas de sueldos militares del Departamento de Defensa, un recluta básico empieza ganando mil 347 dólares al mes. Ello los coloca levemente sobre el salario mínimo nacional, de 6.55 dólares por hora, con el cual se gana poco más de mil dólares trabajando unas 40 horas por semana.
Los índices podrían aumentar considerando los años de servicio y el rango. Los suboficiales superiores pueden ganar más de 5 mil dólares al mes, o 60 mil al año, después de 14 años de servicio.