■ Un soldado escribió en 1975 una carta en la que narra capítulos de la guerra sucia
“Me tocó subirlos a un helicóptero, amarrarlos e irlos a tirar al mar”
■ Por medio de la misiva el militar intentó disuadir a sus hermanas de unirse a la guerrilla
Ampliar la imagen Demanda de castigo a los responsables de desapariciones forzadas, en imagen de archivo Foto: José Carlo González
En 1975 alzarse en armas era meterse “en problemas muy serios, digo problemas serios porque me ha tocado ver cómo acaban los que se dicen guerrilleros, digo que me ha tocado ver porque yo participé cuando rodiamos (sic) a Lucio Cabañas y a su gente, y murieron muchos y a los que agarramos vivos (fueron varios) (sic) a mí me tocó subirlos a un helicóptero, amarrarlos de pies y manos y atados a unas barras de fierro e irlos a tirar al mar”.
Lo anterior forma parte del contenido textual de una carta que el soldado Benito Tafoya Barrón escribió en febrero de 1975 a sus hermanos Gabino y Pancho (sic), en la que también mencionaba a sus hermanas y les advertía que no se metieran a la guerrilla.
La misiva también refiere que cuando el Ejército cercó a Lucio Cabañas “únicamente estaba herido y gritó ‘hasta que se les hizo, pero les aseguro que no les voy a dar el gusto de que me maten ustedes’ y él mismo se mató”.
El documento se halla en el Archivo General de la Nación, y es, según fuentes de la Procuraduría General de la República, el único documento con que cuenta el Ministerio Público Federal en torno al lanzamiento al mar de opositores al gobierno durante la llamada guerra sucia.
Sin embargo, decenas de tarjetas elaboradas por la extinta Dirección Federal de Seguridad (DFS), así como documentos y transcripciones de los interrogatorios a que sometieron a los familiares de Benito Tafoya Barrón dan cuenta del seguimiento que diversas instancias gubernamentales dieron a este caso, tras detectar la carta del soldado que en 1975 estaba encuadrado en el 18 batallón de infantería, en Petatlán, Guerrero.
El documento está clasificado como expediente 11-235, legajo 38, foja 225, y su contenido textual es:
“Hermanos les escribo es carta esperando que se encuentren bien de salud, que de la que de mí se despide es buena gracias a dios, ahora paso a decirles lo siguiente:
“hermanos quiero que en cuanto reciban esta carta me contesten, mándenme decir si ya les mandaron decir de la casa de la Güera (Nicolaza) se fue co su novio y que Raquel y Paz se andan metiendo en problemas en problemas muy serios, que se andan metiendo de guerrilleras, digo problemas serios porque me ha tocado ver como acaban los que se dicen guerrilleros, digo que me ha tocado ver porque yo participé cuando rodiamos a Lucio Cabañas y su gente y murieron muchos y a los que agarramos vivos (fueron varios) a mí me tocó subirlos a un helicóptero amarrarlos de pies y manos y atados a unas barras de fierro e irlos a tirar al mar y entre ellos iban dos muchachas, por eso yo temo que ellas lleguen a caer en manos de la policía y tengan el mismo fin, de mis compañeros del batallón mataron nada más a uno y a nosotros nos tocó matar a Lucio Cabañas, yo lo alcancé a conocer vivo ya que como soldado de confianza de un capitán me dijo que no me separara de él, él me dijo a mí y a otros dos soldados más que llegamos cerquita de Lucio como a 30 metros pero nos descubrieron y nos tiraron varias ráfagas, pero a un compañero nada más le pegaron, le pegaron en la cabeza ya que estábamos tendidos e inmediatamente abrimos fuego yo solo sé que allí tiré tres cargadores, no se si maté a alguien, o a nadie, yo estaba medio tonto en esos momentos yo era como un automata, y nada más me dejaba llevar por instinto ya que en esos momentos con tantos disparos me quedé aturdido pero Lucio Cabañas únicamente estaba herido y gritó ‘hasta que se les hizo, pero les aseguro que no les voy a dar el gusto de que me maten ustedes’ y él mismo se mató, pero el capitán que iba conmigo le dio el tiro de gracia.
“Yo crei que nos iban a premiar pero nada más al capitán lo ascendieron a mayor y nosotros nada más recibimos felicitaciones y fue todo... y quedé medio sordo de un oído so lo que les cuento por ahora.
“Su hermano que desea más verlos que escribirles.
“Benito Tafoya Barrón.
“Mi domicilio es Plan Mayor 19/o B.I. Petatlán, Gro”.
Luego de esa carta, en documentos que se encuentran en el Archivo General de la Nación existe copia de las transcripciones de los interrogatorios a Gabino Barrón, quien fue puesto a disposición del Ministerio Público el 9 de julio de 1976, y en ella dijo formar parte de una familia de nueve hermanos, todos originarios de Baja California y aseguró, según el documento, “carecer de ideología política definida”, pero afirmó que su hermana Raquel había participado en la Liga Comunista 23 de Septiembre, por lo cual estaba recluida en el penal de Mazatlán, Sinaloa. Asimismo, confirmó que su hermano Benito les había enviado la carta citada.
Luego, en una tarjeta de la DFS se menciona que el 14 de julio de 1976 Gabino Barrón “fue presentado a esta DFS, esta oficina lo interrogó y se informó que este elemento no pertenece a grupo subversivos (sic), y la única relación que ha tenido con ellos es por el hecho de ser hermano de una militante de la LC23S de nombre Raquel con los mismos apellidos, la que desde abril de 1975 se encuentra recluida en el penal de mujeres de Mazatlán”.