■ Guardias matan a un niño que se aproximó a la ejecutada
Islamistas lapidan a una mujer en Somalia por supuesto adulterio
Kismayu, Somalia, 28 de octubre. Islamistas somalíes lapidaron a una mujer acusada de adulterio, en la primera ejecución pública de estas características en casi dos años, dijeron testigos.
La mujer, de 23 años, fue enterrada en un agujero del que sólo sobresalía su cabeza y ejecutada a última hora del lunes frente a cientos de personas en el puerto de Kismayu, en el sur del país, que los insurgentes somalíes capturaron en agosto.
Los militantes que la ejecutaron la apedrearon y extrajeron tres veces del agujero para constatar si había muerto, dijeron los testigos.
Cuando un familiar y otras personas intentaron acercarse, guardias abrieron fuego, matando a un niño. “Trajeron en un automóvil a una mujer con un velo verde y una máscara negra, mientras nosotros esperábamos para ver el despiadado acto de lapidación”, dijo Abdullahi Aden, un residente.
“Nos dijeron que ella accedió a ser castigada, pero aún así pudimos escucharla gritar mientras era atada a la fuerza de piernas y manos. Un familiar corrió hacia ella, pero los islamistas abrieron fuego y mataron a un niño”, agregó.
La presidencia de la Unión Europea (UE) condenó la ejecución.
“La UE condena una ejecución particularmente vil, que los insurgentes islamistas que tomaron control de la ciudad han publicitado deliberadamente”, dijo la presidencia del bloque en un comunicado. Los islamistas realizaron ejecuciones públicas cuando gobernaron Mogadiscio y la mayoría del sur de Somalia, en 2006.
Fuerzas gubernamentales aliadas de Somalia y Etiopía los derrotaron a finales de ese año, pero desde entonces libran una campaña de guerrillas recuperando territorio de forma gradual.
Al igual que cuando gobernaban en Mogadiscio en 2006, los islamistas que ahora controlan el área de Kismayu aportan una seguridad muy necesitada, pero también imponen prácticas fundamentalistas.
Familiares de la mujer ejecutada, a quien identificaron como Asha Ibrahim Dhuhulow, estaban furiosos.
“La lapidación fue totalmente antirreligiosa e ilógica”, dijo su hermana, quien pidió no ser identificada.
“El Islam no ejecuta a una mujer por adulterio a menos que existan cuatro testigos y el hombre con el que mantuvo relaciones se identifique públicamente”, agregó la mujer.