■ La Armada no está infiltrada por el narco debido a estrictos controles de personal, señala

Decomisos propician alza en el precio de la coca, sostiene comandante de la Marina

Jesús Aranda (Enviado)

Huatulco, Oax., 28 de octubre. Los recientes decomisos de droga han incrementado el precio de la cocaína, al pasar de 12 mil a 20 mil dólares por kilo, sostuvo el vicealmirante José María Ortegón Cisneros, comandante de la 12 Zona Naval, quien destacó que la Armada ha evitado la infiltración del narcotráfico gracias a estrictos controles de selección de personal y al seguimiento en la conducta y patrimonio de los marinos.

Entrevistado durante la incineración de más de 4 toneladas de cocaína pura al 96 por ciento, decomisada el pasado 26 de septiembre cuando era transportada en el barco camaronero con bandera nacional Caracol III, el vicealmirante Ortegón reconoció sin embargo que, pese a los logros obtenidos en el combate al narcotráfico en el mar, al menos en la jurisdicción naval que encabeza –con base en Salina Cruz, Oaxaca–, se necesita incrementar la flota de buques oceánicos de dos, que actualmente tiene, a seis para eficientar la vigilancia en la zona económica exclusiva, así como de “más tecnología”.

Revisión, hallazgo y fuego

En medio de fuertes medidas de seguridad, se llevó a cabo la incineración de la cocaína ante la presencia de funcionarios federales y locales. Uno a uno, los “ladrillos” que estaban contenidos en 177 costales –que fueron encontrados en el barco camaronero tras una exhaustiva revisión que requirió el uso de equipo sofisticado para encontrar la droga después de atravesar tres compartimientos de agua que tenían doble fondo–, fueron apilados sobre una base de acero donde se les prendió fuego.

El vicealmirante añadió que la Armada ha logrado golpear al narcotráfico –en lo que va del año ha decomisado más de 11 toneladas tan sólo frente a las costas de Oaxaca– y evitar la infiltración de hombres al servicio del crimen organizado, gracias a la aplicación de estrictos medios de control, la investigación de familiares, antecedentes y trayectoria de quienes pretenden sumarse a la Marina. Y ya en el activo, el alto mando lleva a cabo un estricto seguimiento de la situación patrimonial y profesional de todos, desde marineros hasta almirantes.

Desde luego, admitió, siempre hay “prietitos en el arroz”, pero son los menos, apuntó.

Por su parte, el contralmirante Héctor Alberto Mucharraz Brambila, comandante del sector naval en Huatulco, declaró que la incineración de la droga “envía un mensaje muy claro y contundente a quienes pretenden envenenar a nuestra gente”. El combate al narcotráfico, añadió, “requiere y exige la mano dura e inflexible del accionar de todos los involucrados en aspectos de seguridad”.

También exhortó a la sociedad a que denuncie de manera “justa y oportuna, que nosotros sabremos actuar en tiempo y forma”.

Entrevistado tras la ceremonia el contralmirante Mucharraz admitió que el hecho de custodiar la droga por casi un mes en el sector naval lo obligó a establecer un operativo de seguridad especial para evitar cualquier intento de “recuperar” la cocaína, pero que una vez incinerada, su preocupación era ya “un poco menor”.

Aunque un oficial fue más explícito, cuando dijo en voz baja: “¡Por fin, nos vamos a deshacer de esta chingadera!”